Cultivan tabaco para rescatar antigua tradición margariteña
De unas mil plantas, la recolecta de las hojas dejó unos 100 kilos aproximadamente.
El cultivo de tabaco en la isla de Margarita se remonta a la época de la Colonia. Con altos y bajos se ha mantenido dando solidez a una de las tradiciones más arraigadas en la región como es la elaboración de tabacos y calillas en la población de Los Millanes, municipio Marcano, que utilizaban las hojas procedentes de las siembras en Paraguachí, Tacarigua y Santa Ana del Norte.
Podría considerarse que fue el primer rubro cultivado a mayor escala y también el primer producto agrícola exportado en la Margarita colonial hacia Europa. De acuerdo con algunas referencias históricas, no solo era llevado a España de manera legal, sino también de contrabando hacia otras naciones del viejo continente como Holanda, Inglaterra y Francia, lo que llevó al reino de España a prohibir su comercialización y con ello decayó la siembra.
Ahora el pleno Siglo XXI, en un esfuerzo por mantener viva esa herencia ancestral, Danfélix Hernández en su predio de El Barrero, municipio Antolín del Campo, en conjunto con otros labriegos tomó la iniciativa de experimentar con el cultivo de la planta Nicotia tabacum, que pertenece a la familia de las Solanáceas.
Esta primera experiencia resultó tan favorable que ya están montados los semilleros para la reproducción de las plántulas de la próxima siembra. “Quienes lo han probado dicen que es de excelente sabor y calidad”, expresa Hernández para quien el amor por la tierra lo ha llevado a cosechar diferentes rubros desde berenjena, ají, yuca, tomate y otras variedades.
De unas mil plantas, la recolecta de las hojas dejó unos 100 kilos aproximadamente. Pero el proyecto de este joven agricultor va más allá al incorporar a personas con más conocimiento para el curado y posteriormente la elaboración de tabacos y calillas (un tabaco más delgado).
Las semillas se guardan para la siguiente siembra y los residuos se utilizan para elaborar insecticidas y fungicidas paras las plantas de ají y berenjena. Un aprovechamiento total del producto en ese afán por mantener una agricultura ecológica y sustentable.
