Salud

Atención a los padres: ¿Qué hacer si tu hijo es agresivo?

¿Qué hacer si tu hijo es agresivo?

Hay acciones que preocupan en gran medida a los padres, los infantes tienen conductas muy variables que deben ser bien guiadas, las rabietas y los enojos son normales pero que pasa ¿cuándo deja de ser algo normal?, pues no te preocupes aquí te tenemos la respuesta.

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¿Cómo saber si la agresividad de mi hijo es normal?

Un niño agresivo normalmente tiene problemas desde los 2 o 3 años con:

  • Destrucción de objetos
  • Insultos
  • Molestar fiscalmente los demás
  • Amenazar
  • Pegar, morder, dar patadas
  • Rabietas
  • Frecuentes peleas con compañeros
  • Mucha energía
  • Dificultad para solucionar sus propios problemas sociales

Los niños con problemas de agresión normalmente han estado expuestos a algún evento vital estresante o a algún cambio dramático, como una separación paterna.

Es importante que los padres analicen si alguna de estas situaciones puede estar causando la agresividad o si, por el contrario, se trata de un problema de entendimiento entre el carácter del niño y el estilo de educación de los padres. Además, los niños con problemas de agresión suelen estar aislados y no tener amigos.

Estrategias para evitar comportamientos violentos

Mira al niño como a un individuo: permitiendo que tome decisiones por sí mismo (por ejemplo, qué ropa quiere llevar). Responde a las peticiones de atención con contacto visual, una sonrisa o una caricia y refuerza los comportamientos buenos/deseables con frecuencia durante el día.

Escucha activamente al niño con empatía: repite o describe lo que el niño te está diciendo. Un truco para empatizar con él es compartir sus sentimientos replicando su postura corporal y su tono de voz.

​Evita dar órdenes o instrucciones: En cambio, transmite una opinión positiva, comunica sentimientos positivos (por ejemplo, amor). Da órdenes de una manera positiva, con firmeza y concreción. Critica el comportamiento, no al niño. (Por ejemplo, es mejor decirle “has limpiado muy mal tu habitación” que “vives en una pocilga”)

Felicita por el buen comportamiento y los buenos hábitos: Pide disculpas cuando sea necesario y, especialmente, evitar humillar al niño. Trata de ser consistente en la disciplina y en la educación del niño

Con normas y límites consistentes en casa, la mayoría de los niños van a pasar por estas fases sin problema.

Para los niños que actúan de manera agresiva con más frecuencia, que exceden los límites y cuyo comportamiento está afectando a sus relaciones con los padres, profesores y compañeros, es importante que los padres pongan en práctica estrategias positivas para reducir la frecuencia de los episodios agresivos y enseñen al niño cómo controlar su comportamiento.

En caso de no mejorar, los padres puede buscar ayuda profesional para aprender estrategias más específicas para las necesidades de la familia.

Con información de Noticias 24 Mundo

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