Política

Sería un “error garrafal” para la oposición no anunciar una estrategia política, advierten expertos

Vida política de la oposición pende de un hilo, aseguran. Foto: Referencial.

Sería un “error garrafal” que los líderes políticos de la oposición no anuncien una estrategia creíble ante la negativa a participar en las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre, advierten los expertos.

El documento suscrito por 27 organizaciones políticas, no es una decisión sorpresiva. Pone por escrito lo que ya habían adelantado desde la designación del Consejo Nacional Electoral (CNE) por parte del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).

Felix Seijas, consultor y director de la firma Delphos, señala que no había muchas más alternativas tal y como se están dando las cosas. La pregunta es, ¿qué viene ahora? En palabras de Seijas, “¿cuál será la alternativa? Eso es lo que no se ha dicho”. Seijas agrega que “sería un error garrafal” no hacer nada.

Maryhen Jiménez, politóloga, coincide con Seijas: el «qué harán», lo que no dice el comunicado, es lo más importante. Y al no estar planteada aún una estrategia creíble se genera una doble incertidumbre.

Jiménez señala que hay un divorcio entre el llamado G4 (AD, PJ, UNT y VO) y la gente. Esta sería la segunda vez que la oposición no se presentaría a unas elecciones parlamentarias.

En 2005 decidieron no participar, pero para Seijas y Jiménez hay muchas diferencias.

La primera es que en esta ocasión la posición llega mucho más golpeada y fracturada.

Para Seijas, las consecuencias entre 2005 y ahora “son del cielo a la tierra”. Recuerda que en esta ocasión la oposición tiene una cantidad importante de líderes exiliados, otros presos y además, el gobierno de Nicolás Maduro, en este punto, no necesitaría mantener la fachada que sí le interesaba en 2005.

“Ahora, la vida de la oposición está pendiendo de un hilo”, dice Seijas. Y de allí, la importancia de la alternativa que presenten ahora que decidieron no participar.

Según Jiménez, 2005 significó el avance hacia un régimen autoritario. Coincide en que ahora el riesgo es más alto, no solo con la oposición más debilitada sino, además, con una población en riesgo y una comunidad internacional que, dado el contexto de la pandemia, tiene otras preocupaciones.

El temor de Jiménez es que Venezuela quede aún más aislada y el gobierno de Maduro avance en la consolidación de un partido único con una oposición “satelital” o a la medida, como muchos la han llamando.

La clandestinidad no es opción

Desde antes de que se formalizara la decisión opositora circulan versiones sobre la posibilidad de la continuidad administrativa del Parlamento, lo que podría llevar a la clandestinidad a los opositores. Incluso, se habla de un escenario de “gobierno en el exilio”. Sin embargo, la vocería opositora señala que aún baraja sus opciones y busca el consenso interno y con el resto de los sectores de la sociedad para los próximos pasos a dar.

Seijas considera que esa no es una opción y que la oposición debe reconectar, de una forma creativa, con la gente y alumbrar la ruta a seguir.

Para él, la comunidad internacional seguirá jugando un rol importante para que su presión frene la arremetida que pueda generarse desde el gobierno de Maduro. “Cualquier decisión que se tome debe formar parte de una estrategia más amplia”, señala.

Es decir, considera que parte de la estrategia debe centrarse en “acumular fuerzas y ganar espacios que ayuden a avanzar”.

Y parte de reconfiguración debe estar, a juicio de Seijas, en la comunicación sobre todo, por lo ocurrido con los partidos AD, PJ y VP, intervenidos por el TSJ. Lograr informar qué ocurre con los símbolos y tarjetas será un reto.

Recuerda que aproximadamente entre el 10 y el 12% de la población no sabe lo que ocurrió con estos partidos o tiene confusión al respecto.

En cuanto a la abstención aclara que la apuesta es a no participar, lo que conlleva a diferencias sutiles pero importantes. “Abstenerse se da cuando el proceso es legítimo”, dice.

Aunque no es muy dado a la idea de adelantarse a un escenario de clandestinidad, sí dice que esto sería “el tsunami que habrá arrasado con todo”.

Ese escenario complicaría más la situación al dejar sin referentes que guíen a quienes quieren un cambio y haría mucho más difícil reconfigurar la fuerza opositora, por lo que el rol de la sociedad civil sería mucho más importante.

Jiménez, por su parte, también insiste en la necesidad de la reconfiguración de la unidad dado el desgaste natural. “Se necesita una nueva narrativa que conecte” y que movilice a la sociedad civil, así como revaluar la presión internacional.

Jiménez señala que no se trata de participar o no, sino de lo que se hará el día de la elección, por ejemplo.

Asimismo, que parte de la estrategia debe estar orientada a la generación de condiciones, pero reconoce que aún no ve a la dirigencia preparada para esa reconexión, ya que de hecho no considera acertado el documento al no mostrar una alternativa.

Jiménez pone un ejemplo: si se logran aplazar las elecciones por la pandemia, ¿la oposición podría crear las condiciones reales y no consignas, que permitan generar credibilidad y legitimidad?

A cuatro meses del proceso del 6 de diciembre hay más dudas que respuestas de los próximos pasos que dará la oposición, que desde la Asamblea Nacional ratificó la decisión política y que habla de un pacto unitario luego de las consultas que realice a sectores de la sociedad civil.

 

Con información de El Pitazo

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