Sucesos

Salió de fiesta y llegó sin vida a un CDI, se exige investigación en caso de Nicole Olivero en Caracas

El fatídico fallecimiento de una joven empleada del Ministerio de Salud, Nicole Olivero, ha sumido al Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) en una minuciosa indagación. El trágico incidente tuvo lugar el pasado 2 de octubre en el barrio 23 de Enero, en Caracas, y se sospecha que pudo deberse a una sobredosis.

Los allegados de Nicole exigen una exhaustiva dilucidación de los hechos y claman por justicia. Aunque no se encontraron lesiones externas en el cuerpo de la joven, se presume que su muerte fue el resultado de una sobredosis. La madre de Nicole ha presentado una petición al Ministerio Público para que se lleve a cabo una investigación a fondo y ha instado a las autoridades a abordar el tema de los colectivos, cuestionando cuántas personas más deben pasar por situaciones similares antes de que se tomen medidas concretas.

Con el fin de esclarecer el panorama, se tomaron muestras de sangre de Nicole en la Sede Nacional de Medicina y Ciencias Forenses, ubicada en Bello Monte, municipio Baruta. Estas muestras serán sometidas a rigurosos análisis toxicológicos para determinar qué sustancias estaban presentes en su organismo. En este contexto, se ha mencionado la posible relación de la joven con un individuo de 33 años cuya identidad aún se desconoce.

La madre de Nicole señala a este hombre como el presunto responsable y se cree que está vinculado al colectivo conocido como Tres Raíces, que opera en el barrio 23 de Enero. Nicole Olivero, además de ser estudiante de Administración, trabajaba como asistente en la oficina de un director nacional del Ministerio de Salud, lo que representaba una prometedora trayectoria a su corta edad.

Según relatan los familiares de Nicole, en la noche del 30 de septiembre salió en compañía de su amiga Oriana Mendoza, con quien mantenía una sólida amistad desde hace más de un año. En aquella ocasión, Oriana dejó a su bebé al cuidado de la hermana menor de Nicole. Alrededor de las 2:00 a.m., Oriana se presentó en el domicilio de Nicole y mencionó que se había quedado compartiendo con algunos amigos.

Al día siguiente, Nicole se comunicó con su madre y le informó que Oriana pasaría por ella para recoger ropa y luego dirigirse a la playa, con la intención de asistir a una fiesta en el Gimnasio Libertador, en el barrio 23 de Enero. A lo largo del día, Nicole compartió estados en WhatsApp mientras se dirigía hacia la playa y mantenía diálogos con su madre.

En la madrugada del 1 de octubre, Oriana contactó a la hermana menor de Nicole para informarle que la llevaría de regreso a casa debido a que estaba bajo los efectos del alcohol. Minutos después, sugirió que la hermana no bajara, ya que Nicole ya no podía sostenerse en pie. Transcurridos tres minutos más, Camila, la hermana menor, recibió otra llamada en la que le dijeron que no era necesario que bajara, ya que ellos se encargarían de llevar a Nicole a casa.

Alrededor de las 10:03 a.m., Camila recibió una llamada de Oriana en la que le comunicaba que Nicole estaba en el Centro de Diagnóstico Integral (CDI) de Sierra Maestra, en el barrio 23 de Enero, y que había ocurrido algo preocupante. Sin embargo, al llegar al CDI de Sierra Maestra, no obtuvieron información clara sobre lo sucedido. Minutos después, Oriana llegó al centro de salud visiblemente angustiada y pidió perdón a la madre de Nicole y a su amiga de infortunio.

En el CDI, el cuerpo de Nicole fue recibido con desconcierto y consternación por parte del personal médico. Informaron que la joven había sido ingresada sin signos vitales y que aquellos que la llevaron se habían retirado del lugar. Minutos más tarde, Oriana se presentó en el centro de salud visiblemente angustiada, derramando lágrimas y rogando perdón a Neomary, la afligida madre de Nicole, así como a su amigaAquí tienes el artículo con el orden de ideas cambiado:

El Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) se encuentra inmerso en una minuciosa indagación en torno al fatídico fallecimiento de una joven empleada del Ministerio de Salud. Conforme las averiguaciones del periodista Román Camacho, Nicole Olivero, una mujer de apenas 18 años, trágicamente perdió la vida el pasado 2 de octubre en el corazón del barrio 23 de Enero, en Caracas. Las circunstancias que rodean su deceso apuntan hacia la dolorosa posibilidad de una sobredosis.

En medio de un clamor por justicia, los allegados de Nicole exigen una exhaustiva dilucidación de los hechos. Aunque no se evidenciaron lesiones externas en el cuerpo de la joven, se presume que su muerte fue el resultado de una sobredosis. La madre de Nicole ha interpuesto una petición ante el Ministerio Público para que se inicie una investigación a fondo, y ha instado a las autoridades a abordar el tema de los colectivos, cuestionándose cuántas personas más deberán atravesar situaciones similares antes de que se tomen acciones concretas.

Con el objetivo de esclarecer el panorama, se tomaron muestras de sangre en la prestigiosa Sede Nacional de Medicina y Ciencias Forenses, ubicada en Bello Monte, municipio Baruta. Estas muestras serán sometidas a rigurosos análisis toxicológicos con el fin de determinar qué sustancias estaban presentes en el organismo de Nicole. En este contexto, se ha mencionado que la infortunada joven mantenía una relación con un individuo de 33 años de edad, cuya identidad aún permanece envuelta en misterio.

La madre de Nicole señala a este hombre como el presunto responsable de lo acontecido, y se cree que forma parte del colectivo conocido como Tres Raíces, cuyas operaciones se desarrollan en el barrio 23 de Enero. Nicole Olivero, además de ser estudiante de Administración, desempeñaba el cargo de asistente en la oficina de un director nacional del Ministerio de Salud, sumando así una prometedora trayectoria a su corta edad.

De acuerdo con el relato de los familiares de Nicole, en la noche del 30 de septiembre la joven salió en compañía de una amiga de confianza llamada Oriana Mendoza, con quien mantenía una sólida amistad desde hace más de un año. En aquella ocasión, Oriana dejó a su bebé al cuidado de la hermana menor de Nicole. Alrededor de las 2:00 a.m., Oriana se presentó en el domicilio de Nicole con el propósito de recoger a su hijo y, en palabras dirigidas a la hermana de la fallecida, mencionó que se había quedado compartiendo con algunos amigos.

Al día siguiente, Nicole se comunicó con su madre y le informó que Oriana pasaría por ella para buscar ropa y luego dirigirse a la playa, con la intención de asistir posteriormente a una fiesta que tendría lugar en el Gimnasio Libertador, situado en la zona F del emblemático barrio 23 de Enero. A lo largo de la jornada, Nicole compartió estados en la plataforma WhatsApp mientras se dirigía hacia el lugar playero y mantenía diálogos con su progenitora.

En la madrugada del 1 de octubre, Oriana contactó a la hermana menor de Nicole para notificarle que llevaría a la joven de regreso a su hogar debido a que se encontraba bajo los efectos del alcohol. Minutos más tarde, volvió a llamar para sugerir que sería mejor que la hermana no descendiera, pues Nicole ya no se encontraba en condiciones de sostenerse en pie. Transcurridos tres minutos adicionales, Camila —la hermana menor— recibió otra llamada en la cual le indicaron que no era necesario que bajara, ya que ellos se encargarían de llevar a Nicole a casa.

Alrededor de las 10:03 a.m., Camila recibió una llamada de Oriana en la que le comunicaba que Nicole estaba en el Centro de Diagnóstico Integral (CDI) de Sierra Maestra, ubicado en el barrio 23 de Enero, y que había ocurrido algo preocupante.

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