Ronald Acuña Jr., Maikel García y Yasiel Puig meten a los Tiburones en la pelea
Cuando se revise en los libros de historia y portales especializados la temporada 2023-2024 de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, estará acompañada por una nota a pie de página que dirá: Ronald Acuña Jr. estuvo acá.
Saber que el vigente Jugador Más Valioso de la Liga Nacional se exhibe, casi en la cotidianidad, en cada parque del país, es solo la punta de un Iceberg, lo obvio y visible. Pero tener plena consciencia de lo que representa su presencia en el circuito, probablemente, sea un caso de estudio en un futuro no muy lejano. El privilegio de observarle, alcanzará su justa y unánime dimensión en el tiempo.
Acuña Jr. mostró la noche del sábado en el Estadio José Bernardo Pérez de Valencia cada una de las herramientas que le ha llevado a ser el mejor pelotero criollo de la actualidad. Bateó (se fue 5-3 con un espectacular jonrón e impulsó dos carreras). Corrió (se robó una base y anotó dos veces). Y defendió (fusiló en el home a Luis Torrens con un disparo de aire desde el jardín derecho). Una actuación prime que se propagó en Tiburones de La Guaira para vapulear 10-2 a Navegantes del Magallanes y, aún más importante, ganar la serie particular de la ronda eliminatoria 5-3.
Desde que el estelar patrullero debutó en la presente campaña, que transita con las condiciones para ser elegible al premio Novato del Año, la ofensiva escuala se afianzó como la más temible de la LVBP, y tal vez, del Caribe. Él trajo consigo una explosividad contagiosa entre los maderos de sus cofrades: a partir de aquel 16 de noviembre, cuando se estrenó en Macuto, los promedios colectivos del equipo se ubican en astronómicos .343/ .413/ .515 con 165 carreras en 21 juegos, a razón de ocho rayas por cada compromiso, con un récord de 12-9 en el lapso.
Sólo hacían falta exhibiciones igual de estupendas del pitcheo, especialmente de sus abridores, para engranar una maquinaria que, en el papel, luce como ninguna otra en el pasado inmediato de la pelota rentada local de invierno. Fue allí donde el cubano Ariel Miranda alzó la mano.
El zurdo transitó seis entradas en blanco y ponchó a nueve rivales por segundo encuentro seguido ante la minimizada artillería naval, ambos en la actual semana. En total, el serpentinero totalizó 12 episodios, 18 abanicados y tan solo cinco hits admitidos, con tres boletos otorgados, para sumar un par de victorias en el período.
La labor de Miranda ha ido de la mano con las credenciales que llegó a Venezuela, pretendido por no menos de tres divisas, seducidos por la idea de contar con el hombre récord de guillotinados en Corea para un certamen.
Tampoco ha quedado a deber Yasiel Puig, quien se fue de 4-2 con otro soberbio vuelacerca y dos empujadas, para dejar su average en un casi irreal .476 luego de 11 careos en el país, como también parece serlo el de Maikel García, que ligó de 6-2 y remolcó tres, dejando su promedio en .453, después de 13 desafíos.
16 imparables repartió el cardumen. Tres de los bateadores que estuvieron de inicio en el lineup duplicaron (entre ellos Wilson García, también se fue para la calle y llevó tres carreras al plato) y tres triplicaron: Leonardo Reginatto y Lorenzo Cedrola, además de Acuña Jr.
Miranda (2-0), además de anotarse el lauro, bajó su efectividad en la zafra a 1.72 en 15.2 tramos.
La derrota la cargó el mexicano Juan Macías (0-2), quien permitió tres de las cuatro carreras que fabricaron los litoralenses en el tercer inning, para inaugurar la pizarra.
La Guaira (20-21) subió del sexto al cuarto lugar de la tabla de clasificaciones, igualado con Águilas del Zulia, teniendo una razón más para celebrar.
Magallanes (19-23), a su vez, sigue en el sexto escalón, pero ahora acechado por Tigres de Aragua, con solo medio juego de distancia por el último puesto que da un cupo a la Serie del Comodín.
