Salud

¿Qué causa la acidez en el embarazo y cuáles son sus consecuencias?

Escuchar que una mujer embarazada habla de agruras y náuseas, puede parecernos normal

En la dulce espere hay muchas dudas y temores, escuchar que una mujer embarazada habla de agruras y náuseas, puede parecernos normal, y de alguna forma tiene un origen natural, sin embargo, eso no quita que sea molesto y pueda resultar en algo mayor de no tratarse. Descubre cuáles son las causas de la acidez en el embarazo y sus posibles consecuencias.

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El otro día platicaba con una amiga y me contaba que después de tener a su bebé, no podía comer cosas irritantes, porque inmediatamente empezaba con una molesta tosecita y dolor. Esto porque todo el embarazo se la pasó con acidez, lo cual terminó por lastimarla.

La verdad me cuesta mucho poder imaginar lo que sufrió, porque no soy mamá, pero sí he tenido acidez en algún momento y sé lo horrible que es padecerla uno o dos días, ahora no me imagino 9 meses. Claro, existen remedios, pero de una u otra forma puede regresar o mantenerse.

¿Qué es la acidez estomacal?

Quizá no necesita mucha explicación, pues si lo has experimentado sabes que se trata de un ardor y dolor en el pecho, justo a la altura del esternón, el cual suele empeorar después de comer, por la noche o al estar acostada o inclinada, según señala Mayo Clinc.

Sin embargo, lo que quizá no sabes es su origen. Esto tiene que ver con el ácido estomacal que regresa o sube al esófago. ¿La razón? Que el esfinter esofágico (banda de músculos que rodea la parte interior del esófago para permitir el paso de los alimentos y líquidos al estómago), se relaje “más de lo normal” o se debilite.

Algunas bebidas y comidas, como las cosas fritas, alcohol, café, cítricos o picante, pueden dar lugar a la acidez estomacal, aunque también condiciones como el embarazo o sobrepeso te ponen en mayor riesgo de padecerla.

Acidez en el embarazo, ¿por qué aparece?

El porqué esta molestia es tan común en mujeres embarazadas, tiene que ver con, entre otras cosas, un tema hormonal. Así es, de nuevo las hormonas haciendo de las suyas. De acuerdo a la Asociación Americana del Embarazo, la progesterona, segregada por la placenta, provoca que el esfínter esofágico se relaje, al grado de no cerrar bien, lo cual pueda aumentar la frecuencia de la acidez estomacal, irritando el recubrimiento del esófago.

Pero no todo el trabajo es de la progesterona, pues también tiene que ver con los cambios físicos. Conforme crece el útero, ejerce presión sobre los órganos, y los intestinos y el estómago se ven afectados, por lo que la presión sobre este último puede provocar que el contenido se vaya hacia el esófago.

¿Cuáles son las consecuencias de la acidez en el embarazo?

Si bien es cierto que la acidez es común, los especialistas señalan que cuando esta interfiere con tu rutina o se produce con mayor frecuencia (más de 2 veces por semana durante unas pocas semanas), se considera Enfermedad por Reflujo Gastroesofágico (ERGE), que es una forma de reflujo que dura más tiempo y puede ser más grave.

De acuerdo al Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK), así como en el caso de la acidez o reflujo, las mujeres embarazadas tienen mayor probabilidad de desarrollar esta enfermedad. El problema es que por ser algo común, conocido y asociado al embarazo, muchas veces no se trata, lo cual puede provocar complicaciones, como:

Esofagitis por reflujo

La esofagitis es una inflamación del esófago, tubo que lleva la comida al estómago. Existen diferentes tipos, en este caso, el reflujo o acidez sería el culpable de esta inflamación, que suele caracterizarse por dificultad o dolor al tragar, dolor en el pecho (en especial detrás del esternón) al comer, comida atascada en el estómago, ardor en el estómago y regurgitación de ácido.

De complicarse, puede dar lugar a una inflamación crónica y daño a los tejidos del esófago, incluído el esófago de Barrett, que cambia las células del esófago, aumentando el riesgo de cáncer esofágico, como señalan especialistas de Mayo Clinc.

Afortunadamente, existe tratamiento, que en la mayoría de los casos incluye medicamentos de venta libre o con receta, como antiácidos, otros encargados de reducir la producción de ácido y los que bloquean su producción. Cuando estos no funcionan, se puede realizar una cirugía para fortalecer el esfínter esofágico.

Asimismo, se deben hacer cambios en el estilo de vida, como evitar ciertas comidas o recostarte después de comer y elevar la cabecera de la cama.

Estenosis esofágica

La Bibliteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, señala que se trata de un estrechamiento del esófago, ligada muchas veces a la inflamación, lo cual provoca dificultad para tragar y es una consecuencia del ERGE. Además de este problema para pasar la comida, también puedes presentar dolor y pérdida involuntaria de peso, además de regurgitación de los alimentos.

Cuando es consecuencia del reflujo, el tratamiento puede basarse en la dilatación del esófago con un cilindro o globo delgado insertado a través de un endoscopio, aunque también se pueden recetar inhibidores de la bomba de protones (bloqueadores de ácidos) para impedir su reaparición.

Problemas respiratorios

Según señala el NIDDK, en algunos casos existe el riesgo de inhalar ácido gástrico a los pulmones, lo cual puede irritarlos al igual que a la garganta, provocando problemas como: asma, exceso de líquido en los pulmones, tos seca y de larga duración, ronquera, laringitis, neumonía o silbidos al respirar.

¿Cómo aliviar la acidez en el embarazo?

Las principales recomendaciones para el reflujo gastroesofágico y enfermedad por reflujo gastroesofágico, son: cuidar lo que comes y evitar aquello que te provoca acidez, como alimentos grasosos y picantes, evitar comer antes de acostarte, de preferencia 3 horas antes, hacer varias comidas pequeñas en el día, comer depacio y mantener la cabeza elevada mientras duermes.

Otro consejo es usar ropa holgada. Existen medicamentos que pueden ayudarte a combatir la acidez, sin embargo, siempre debes consultar con tu médico antes de tomarlos si estás embarazada o amamantando a tu bebé.

Ahora ya sabes que la importancia de tratar la acidez durante el embarazo va más allá de las molestias que pueda causar. Si bien es cierto que hay cosas que es imposible controlar como el crecimiento de tu bebé o la progesterona, hay hábitos que puedes implementar para reducirla.

De igual modo, si la acidez se convierte en una molestia mayor y no te deja en paz, consulta a tu médico sobre los posibles tratamientos para evitar un daño a la larga.

Con información de Salud 180

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