Israel impone un bloqueo total a Gaza, cortando el suministro de electricidad, alimentos y combustible
El feroz conflicto entre Israel y el movimiento islamista Hamás ha llevado a una impactante medida: se ha impuesto un «asedio total» a Gaza, privando al enclave palestino del acceso a suministros vitales como electricidad, alimentos y combustible. Esta drástica acción ha exacerbado aún más la crisis humanitaria en la región.
En Israel, las cifras provisionales de esta desgarradora contienda son desoladoras: más de 900 vidas perdidas y más de 2.506 personas heridas, de las cuales 376 se encuentran en estado grave. Por otro lado, en Gaza, los implacables bombardeos llevados a cabo por las fuerzas israelíes han cobrado la vida de 687 palestinos en tan solo dos días, incluyendo a 91 niños inocentes. Además, otras 3.726 personas han resultado heridas, entre ellas 244 menores, según el último informe emitido por el Ministerio de Sanidad del enclave.
Cabe destacar que desde el año 2007, cuando Hamás asumió el control del territorio, Israel ya mantenía un bloqueo aéreo, terrestre y marítimo sobre la Franja de Gaza. Con una población de 2,2 millones de habitantes, Gaza depende de una única central eléctrica que requiere combustible para funcionar y proveer de energía a hospitales, viviendas y refugios, indispensables para la supervivencia y el bienestar de la población.
En medio del caos, el ejército israelí afirma haber recuperado el «control» de los enclaves del sur de Israel que fueron atacados en la ofensiva de Hamás en la zona fronteriza con Gaza. El general Daniel Hagari ha declarado que, a pesar de los avances, aún existe la posibilidad de que haya «terroristas en la zona». Sin embargo, se ha logrado evacuar por completo a los habitantes de 15 de las 24 comunidades fronterizas con la Franja de Gaza, y se espera que en las próximas 24 horas se complete la evacuación en su totalidad.
En respuesta a estos acontecimientos, el grupo Yihad Islámica palestina, aliado de Hamás, ha anunciado el lanzamiento de varios misiles contra Tel Aviv, la ciudad más poblada de Israel. Aunque no se han activado las sirenas de alerta en la capital, sí se han escuchado en ciudades como Rishon Letzion, Gedera y Rehovot durante la madrugada del lunes, generando un estado de temor y tensión en la población civil.
En cuanto a la presunta implicación de Irán en este conflicto, se han reportado evidencias que indican que miembros de la Guardia Revolucionaria habrían brindado apoyo logístico y planificado el ataque desde agosto pasado, incluso otorgando la aprobación para su inicio. Sin embargo, la misión de Irán ante la ONU ha negado rotundamente su participación, argumentando que, si bien respaldan la causa palestina, no están directamente involucrados en la respuesta que Palestina ha dado a Israel.
La región se sumerge cada vez más en una espiral de violencia, con consecuencias humanas devastadoras y una incertidumbre abrumadora en cuanto a la resolución del conflicto y el restablecimiento de la paz. La comunidad internacional observa con profunda preocupación cómo se intensifican los enfrentamientos, mientras se busca desesperadamente una solución que ponga fin al sufrimiento de los inocentes atrapados en medio de esta cruenta batalla.