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El economista advierte que la inflación ha provocado una desaceleración en el consumo

La inflación ha impactado negativamente en el consumo, advierte economista

En un panorama desalentador, la economía venezolana se encuentra amenazada por el impacto avasallador de la inflación y la pesada carga de la deuda, tal como lo ha resaltado fervientemente Robert Parga, destacado presidente del Colegio de Economistas del Carabobo. El país, en medio de este sombrío escenario, arrastra consigo una deuda colosal de $13 mil millones hacia el Banco Central de Venezuela (BCV), producto del financiamiento otorgado a PDVSA. Este desequilibrio ha dado lugar a un preocupante incremento en la base monetaria, desencadenando un proceso inflacionario implacable.

El último trimestre de 2023 ha sido especialmente despiadado, exacerbando aún más la ya precaria situación económica. La inflación ha alcanzado niveles alarmantes, llegando a un asombroso 13% en el mes de agosto, erosionando de manera significativa los ya vulnerables salarios de los ciudadanos venezolanos. Además de esta angustiosa realidad, Parga hace hincapié en la dolorosa pérdida del poder adquisitivo en dólares, desatando así una tormenta perfecta que azota la maltrecha economía del país.

En un fatídico mayo, el panorama laboral del país dio un giro desalentador. Los empleados públicos, pensionados y jubilados se vieron afectados por la ausencia de incrementos salariales, lo que ha agravado aún más su capacidad adquisitiva y ha generado una disminución en su relevancia en el ámbito laboral. De esta manera, se ha consolidado una desesperante realidad en la que la caída en el consumo y la desaceleración económica se entrelazan, provocando una mengua en el crecimiento del país, a pesar de un destacado desempeño el año anterior, cuando se logró alcanzar un crecimiento superior al 17%.

Ante este panorama áspero y desalentador, Parga insta a las autoridades a examinar minuciosamente la disciplina fiscal y a evitar la creación de dinero inorgánico, ya que este ha demostrado ser uno de los principales catalizadores de la inflación que azota al país. Asimismo, el presidente del Colegio de Economistas del Carabobo subraya la necesidad imperante de implementar un auténtico ajuste salarial, que vaya más allá de simples bonificaciones, como medida para estimular el consumo y subsanar la pérdida del poder adquisitivo de la población.

En ese sentido, se cuestiona con vehemencia la introducción del Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGT), especialmente en divisas, al considerarlo una política restrictiva que socava aún más el consumo. Es imperativo llevar a cabo una revisión exhaustiva de este gravamen, a fin de preservar la proyección de un crecimiento económico sostenible y brindar un respiro a la economía maltrecha del país.


Robert Parga, presidente destacado del Colegio de Economistas del Carabobo, ha destacado que la economía venezolana se enfrenta a una preocupante desaceleración del consumo debido al impacto avasallador de la inflación. Según Parga, la persistente inflación ha generado una disminución significativa en el poder adquisitivo de los ciudadanos venezolanos, lo que ha llevado a una ralentización en el consumo.

En este sombrío panorama, es importante destacar que el país aún arrastra una deuda colosal de $13 mil millones hacia el Banco Central de Venezuela (BCV), derivada del financiamiento otorgado a PDVSA. Este desequilibrio ha contribuido a un preocupante aumento en la base monetaria, desencadenando un proceso inflacionario que ha impactado negativamente en la economía venezolana.

Durante los primeros dos trimestres del presente año, se ha observado una caída promedio del 8% en el Producto Interno Bruto (PIB), lo que refleja la desaceleración preocupante del consumo. Sin embargo, el último trimestre de 2023 ha sido especialmente despiadado, con una inflación galopante que alcanzó un asombroso 13% en el mes de agosto. Esta alta inflación ha erosionado aún más los ya vulnerables salarios de los ciudadanos, agravando la situación económica en el país.

Parga resalta la pérdida dolorosa del poder adquisitivo en dólares, lo que ha exacerbado la tormenta perfecta que enfrenta la economía venezolana. En mayo, se produjo un punto de inflexión en el panorama laboral del país, ya que los empleados públicos, pensionados y jubilados se vieron afectados por la falta de incrementos salariales. Esta situación ha disminuido su capacidad adquisitiva y ha generado una pérdida de relevancia en el ámbito laboral.

Este escenario desalentador ha llevado a una disminución en el crecimiento del país, a pesar de un destacado desempeño el año anterior, donde se logró alcanzar un crecimiento superior al 17%. Ante esta realidad desesperante, Parga insta a las autoridades a examinar minuciosamente la disciplina fiscal y a evitar la creación de dinero inorgánico, que ha demostrado ser uno de los principales impulsores de la inflación en Venezuela.

Además, el presidente del Colegio de Economistas del Carabobo enfatiza la necesidad urgente de implementar un ajuste salarial genuino que vaya más allá de simples bonificaciones. Esto ayudaría a estimular el consumo y a mitigar la pérdida del poder adquisitivo de la población.

Asimismo, se cuestiona con vehemencia la introducción del Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGT), especialmente en divisas, ya que se considera una política restrictiva que socava aún más el consumo. Es imperativo realizar una revisión exhaustiva de este gravamen para preservar la proyección de un crecimiento económico sostenible y brindar un respiro a la economía venezolana, que se encuentra en una situación precaria.

 

 

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