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CNE da luz verde al corte del Registro Electoral hasta julio de 2023: Más de 20 millones de ciudadanos habilitados para ejercer su voto

En un anuncio que resonó en los confines de la nación, el lunes estuvo marcado por la solemnidad de las decisiones trascendentales. En este escenario de importancia suprema, el Consejo Nacional Electoral (CNE) hizo valer su autoridad incuestionable al otorgar su beneplácito al esperado corte del Registro Electoral correspondiente al mágico 31 de julio del año 2023. Fue en este instante de cautelosa precisión que se reveló la grandiosa cantidad de votantes, un impresionante total de 20 millones 948 mil 155 almas ávidas de participar en el destino de su amada patria.

El celoso guardián de la legitimidad democrática, el Poder Electoral, desplegó su incansable diligencia al desglosar este imponente número en dos categorías distintivas. Con un orgullo palpable, se dio a conocer que de esta magna cifra, 20 millones 722 mil 155 eran ciudadanos nacionales, aquellos hijos de esta tierra que, imbuidos de fervor cívico, anhelan dejar su huella en las páginas doradas de la historia. Pero también, en un gesto de inclusión y apertura hacia el mundo que nos rodea, se contabilizaron otros seres provenientes de tierras lejanas, portadores de sueños entrelazados con los nuestros. Con cautela y respeto, se anunció que 225 mil 656 almas extranjeras, con su diversidad y riqueza cultural, también se sumarían a este acto sagrado de la participación ciudadana.

Estas cifras, lejos de ser meros números en una fría estadística, cobran vida y se convierten en un testimonio vibrante de una sociedad comprometida y ansiosa por ejercer su derecho inalienable de voz y voto. Representan la esencia misma de la democracia, donde cada individuo, desde el humilde campesino hasta el erudito académico, posee el poder de influir en las decisiones que moldearán el futuro de la nación.

Con la certeza de estos registros electorales, la maquinaria democrática se pone en marcha. Es el momento en que los partidos políticos afinarán sus estrategias, los candidatos alzarán su voz en busca de la confianza de la ciudadanía y los electores, con su discernimiento y sabiduría, elegirán a aquellos que consideren dignos de representar sus intereses y anhelos más profundos.

Es un momento de expectación, donde los debates encendidos y las ansias contenidas se entrelazan en un ballet político que cautiva y reta a la vez. La democracia se nutre de estos momentos, donde la pasión por la libre expresión y el derecho a decidir se fusionan en un crisol de emociones.

La historia, con su mirada atenta, aguarda impaciente el desenlace de esta magna contienda electoral. Será un capítulo más en el legado de una nación que, con su voluntad y determinación, ha enfrentado desafíos y ha salido victoriosa en innumerables ocasiones. Una vez más, será el pueblo el protagonista de esta historia, dejando su huella en el destino colectivo con su voz y su voto.

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