Venezolanos fabrican sus propios ataúdes
En medio de la grave crisis económica que atraviesa Venezuela, que se agudiza ante la pandemia de coronavirus, los venezolanos se han visto obligados a recurrir a la fabricación casera de ataúdes para enterrar a sus familiares, debido a los altos costos de los féretros y servicios funerarios.
El pasado 17 de abril, un hombre de 56 años que falleció por problemas de diabetes en el sector Madre Juana, de San Cristóbal, fue sepultado en un ataúd fabricado por los vecinos, pues sus familiares no contaban con los 300 mil pesos, unos 85 dólares, que costaba el féretro más económico en la entidad.
Cuando murió el señor, ante las dificultades económicas de los familiares, vecinos se solidarizaron y fabricaron un cajón con madera, goma espuma y una sábana. Como este, hay otros casos de familias venezolanas que en medio del dolor han recibido el apoyo de los habitantes de sus comunidades para darle el último adiós a sus muertos.
Carabobo
El 13 de febrero murió un hombre de 73 años en el barrio La Pedrera de Puerto Cabello, estado Carabobo, y sus allegados lo sepultaron dentro de ataúd fabricado con la madera de un escaparate, que fue acondicionado por un carpintero del barrio vecino.
Familiares y amigos se dirigieron a la Alcaldía de Puerto Cabello para solicitar una ayuda económica para los gastos funerarios y el entierro, pero les fue negada.
Anzoátegui
En la calle Páez con Florida del sector Cementerio de San José de Guanipa, sur de Anzoátegui, el cuerpo de un paciente psiquiátrico de 62 años, pasó casi 24 horas sobre una silla de extensión en su vivienda, en espera de ser enterrado. Ante la falta de recursos, sus familiares decidieron enterrarlo en una nevera, pero tras acudir a una emisora local a pedir ayuda, recibieron la donación de una urna.
Esta situación se suscitó en febrero de 2018, al cuerpo del hombre lo cubrieron con hielo para tratar de que no se descompusiera. Como el cadáver se estaba descomponiendo decidieron ir hasta una emisora y contar la situación, luego una persona que escuchó el relato se conmovió y donó el féretro para que enterraran al señor.
Con información de El Pitazo