Taiwán toma medidas drásticas frente a la llegada de un tifón: cancelación de vuelos y cierre de escuelas
La llegada inminente del tifón Koinu a Taiwán ha llevado a la isla a tomar medidas drásticas para proteger a su población del embate de esta poderosa tempestad, que amenaza con azotarla por segunda vez en tan solo un mes. El cierre de escuelas en diversas zonas del sur y la cancelación de numerosos vuelos son solo algunas de las precauciones adoptadas en respuesta a esta furiosa tormenta.
Aunque Taiwán ha experimentado ciclones tropicales con regularidad en el pasado, el impacto del tifón Haikui a principios de septiembre fue un evento inusual que marcó el primer encuentro de la isla con un fenómeno de tal magnitud en los últimos cuatro años. Los expertos han observado con preocupación cómo el cambio climático ha dificultado la predicción precisa de la trayectoria de estas tormentas tropicales, generando incertidumbre sobre su curso y potenciando su intensidad con lluvias torrenciales e inundaciones devastadoras.
Con el objetivo de salvaguardar la vida y seguridad de sus habitantes, se han implementado medidas preventivas contundentes. La cancelación de más de 100 vuelos, tanto nacionales como internacionales, y la suspensión de los servicios de ferry demuestran la seriedad con la que se enfrenta la amenaza del tifón. Además, más de 200 personas han sido evacuadas en el sur de la isla debido al temor de deslizamientos de tierra, mientras las autoridades advierten sobre la posibilidad de olas monstruosas, cuyas alturas podrían alcanzar los siete metros.
En los puertos del condado de Pingtung, los barcos de pesca han buscado refugio, protegiéndose del embate de las embravecidas aguas. Por su parte, las escuelas en la región de Taitung han decidido adelantar la salida de los niños hacia sus hogares, procurando resguardarlos en un entorno más seguro. La preocupación y la ansiedad se han apoderado de la población, como lo refleja el testimonio de Yang Pi-cheng, una mujer de 65 años que, en medio de su desazón, expresó a AFP: “En tan solo un mes, ya tenemos otro tifón”.
En estos momentos, el tifón Koinu avanza de manera impredecible, aproximándose a unos 200 kilómetros al este de la isla y desplazándose a una velocidad de 10 kilómetros por hora. Aunque aún se desconoce con certeza su trayectoria futura, se espera que, una vez toque tierra en Taiwán, se dirija hacia la costa este de China y alcance la provincia de Guangdong, según las proyecciones del Observatorio Meteorológico de Hong Kong.
Estas adversidades climáticas representan un desafío constante para la región, poniendo a prueba la resiliencia de sus habitantes y la efectividad de los sistemas de protección y respuesta ante emergencias. Mientras Taiwán se prepara para enfrentar una nueva prueba de su fortaleza, los ojos del mundo se mantienen atentos a esta lucha contra los elementos, con la esperanza de que la determinación y la preparación prevalezcan sobre la furia desatada por la naturaleza.