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«Sala N», la escalofriante trama de abusos sexuales que estremece a Corea del Sur

La policía valorará el martes la petición puesto que en casos clasificados como de «extrema gravedad» las autoridades dieron a conocer el rostro y la identidad completa de los sospechosos en nombre del «interés general».

El presidente surcoreano, Moon Jae-in, pidió este lunes investigar a fondo una escalofriante trama de abusos sexuales y torturas cometidas sobre decenas de mujeres, varias de ellas menores de edad, y difundidos online a cientos de miles de clientes que pagaron por ver las escenas.

Moon, citado por el portavoz presidencial Kang Min-seok, condenó estos «actos de crueldad que destruyen la vida de las personas». Dijo que su Gobierno otorgará a las víctimas todo el apoyo posible a nivel legal, médico y terapéutico. Además afirmó que tratará de eliminar todos los vídeos de Internet.

También dijo que entiende perfectamente la indignación, «totalmente justificable», de la opinión pública tras conocerse este caso de abusos sexuales.

16 menores

Al menos 74 mujeres, 16 de ellas menores, fueron víctimas de esta trama. Se le conoce como «Nth room» o «Sala N». El nombre se debe que se usaron diferentes salas de chat en la aplicación de mensajería Telegram (llamadas Sala N1, Sala N2…) para difundir los vídeos.

La policía cree que estas personas primero accedían a datos personales de las víctimas a través de distintos métodos. Luego, pasaban a amenazar con difundir dicha información si no enviaban fotos de ellas desnudas.

Una vez que las víctimas enviaban esas imágenes, los operadores de la red supuestamente amenazaban con difundir dicho material si las mujeres no accedían a grabarse en video autolesionándose o realizando actos sexuales.

Salas N» en Telegram

Estos videos, que se cree que podrían incluir hasta violaciones, serían después compartidos, previo pago en criptomoneda, en las distintas «Salas N» en Telegram, en las que se estiman hasta 260.000 usuarios.

Moon subrayó la importancia de que se investigue a todos los participantes de esas salas de chat y no solo a las personas que obtuvieron y difundieron dicho material.

La indignación se apoderó de Corea del Sur. El viernes más de 3 millones de personas firmaron peticiones públicas a la oficina presidencial pidiendo un duro castigo para los responsables. Incluso reclaman que se invalide el derecho constitucional a la intimidad del principal sospechoso, Cho.

La policía valorará el martes la petición puesto que en casos clasificados como de «extrema gravedad» las autoridades dieron a conocer el rostro y la identidad completa de los sospechosos en nombre del «interés general».

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