Roban el Castillo donde viven el príncipe William y Kate Middleton
Todo habría ocurrido mientras los príncipes de Gales así como sus hijos dormían a unos metros del lugar de los hechos
Aunque el hecho ocurrió el pasado 13 de octubre, no es sino hasta ahora que se conoció la noticia sobre el insólito robo
Por lo tanto, la policía del valle del Támesis se encuentra tras la pista de los delincuentes que ingresaron al templo de la realeza encapuchados y lograron actuar sin que ningún guardia se diera cuenta, algo que demuestra la poca seguridad que existe en el recinto ubicado en Adelaida Cottage.
De acuerdo a la información suministrada por el diario The Sun, los ladrones escalaron una valla de aproximadamente dos metros de altura para poder ingresar al área de Shaw Farmn, una granja que se encuentra en el interior del terreno real.
¿Qué se robaron?
Hasta el momento son pocos los detalles que hay sobre el incidente en concreto, pero, se supo que los antisociales se habrían llevado parte de la maquinaria agrícola, así como un vehículo todoterreno marca Isuzu de color negro y otro Quad rojo.
Todo esto se dio mientras presumen que los pequeños George, Charlotte y Louis estaban durmiendo a unos metros de distancia de donde irrumpieron los maleantes, quienes para retirarse atravesaron una barrera de seguridad con uno de los carros, dejando graves daños en la estructura.
El hecho se suscitó alrededor de las 11:45 de la noche de ese domingo, generando preocupación ya que, en ese territorio, a unos 5 minutos, se encuentra la casa donde residen los príncipes de Gales. Para el momento, el rey Carlos III y Camilla Parker no estaban en el castillo.
Según fuentes cercanas a la familia, el robo habría sido fríamente calculado. “Los delincuentes probablemente estudiaron el lugar para identificar dónde se almacenaban los vehículos y determinar el momento ideal para irrumpir y escapar sin ser detectados”, dijo el informante.
Pese a que el territorio real cuente con sistemas de alarma de última generación, no les fue posible a los guardias de seguridad detectar la presencia de los ladrones, por lo que se dieron cuenta cuando ya era muy tarde gracias a un trabajador de la finca.