Perrito murió una semana después de romper el récord como el perro más alto del mundo
Kevin, el perro más alto del mundo, murió en Iowa, Estados Unidos, tras presentar complicaciones de salud, poco después de haber obtenido el título de Récord Guinness como el perro más alto del mundo.
Hace apenas una semana, Guinness World Records había anunciado que Kevin, con una altura de 0,97 m (tres pies con dos pulgadas) desde sus patas traseras hasta la cruz, se había convertido en el canino más alto del mundo. Esto lo situaba muy por encima del tamaño promedio de un gran danés, que suele rondar los 0,76 m (dos pies con seis pulgadas). Según la organización, Kevin era «el epítome de gigante gentil», a pesar de que «tiene miedo de la mayoría de las cosas».
Lamentablemente, a los pocos días de obtener el récord, el perro se enfermó y tuvo que ser sometido a una cirugía de emergencia, de la cual no logró recuperarse.
A pesar de su imponente tamaño, Kevin mantenía un carácter dócil y asustadizo. De hecho, cuando el personal de Guinness World Records le tomó las medidas, el can se asustó mucho. Según su dueña, «no creo que sea consciente de que es tan grande como es» y continuamente intentaba acurrucarse en lechos pequeños o subirse encima de las personas.
Kevin era miembro de una numerosa familia de mascotas, compartía hogar con tres perros, cuatro gatos, gallinas, cabras y caballos. Le gustaba tomar siestas y comer entre seis y 10 tazas de alimento al día, sin importar que su gran estatura le permitiera robar comida de las mesas.
Con información de La Patilla.