Migración venezolana en New York acompaña a la Vinotinto por la Copa América
La población venezolana en Nueva York ha crecido en los últimos tres años en un 1,000%. Ese hecho inyecta una nueva adrenalina a las calles de la Gran Manzana, en medio de la ilusión que despierta que el seleccionado Vinotinto, avanzó a los Cuartos de Final de la Copa América, luego de mantenerse invicto frente a Ecuador, México y Jamaica.
Previo al decisivo partido de este viernes entre Venezuela y Canadá, en donde los sudamericanos aspiran avanzar a las semifinales, en los puestos formales y ambulantes de camisetas distintivas de las selecciones, se agotaron las Vinotinto. Solo había disponibles las blancas, que constituyen el segundo uniforme.
“Son las que más se han vendido esta semana. De hecho, las de otro color, se agotaron muy rápido”, comentó una vendedora en la transitada Avenida Roosevelt de Queens, uno de los escenarios de la algarabía futbolística más importantes de Nueva York.
Más allá de la pasión deportiva, mientras que este equipo avanzaba en su racha de tres victorias perfectas, dejando en la cancha a los mexicanos y ecuatorianos, equipos con una fanaticada inmensa en las calles de Jackson Heights y Corona, en paralelo, algunos relatan confrontaciones que cruzaron los límites de los memes y bromas en las redes sociales.
El dueño de un restaurante en la calle 78, contó a El Diario que fue testigo de cómo una celebración por un tema deportivo, casi termina en tragedia en su local, el día en que Venezuela venció a México.
“Se ofendieron unos a otros, se tiraron cosas, casi se van a las manos, una cosa es la emoción por un deporte y otra el salvajismo”, refirió.
“Vamos a ganar”
En la ‘Roosevelt’, en donde las arepas, empanadas y tequeños venezolanos se encuentran ahora en cada esquina, algunos de estos comerciantes se preparan para posiblemente saborear el triunfo que significa su avance hacia las semifinales. De ser así, los “chamos” estarían más cerca de la posibilidad de levantar por primera vez en la historia la copa de la Conmebol.
“Llegamos a este torneo siendo la Cenicienta, nadie creía en nosotros porque nos veían como un equipo menor. Nos subestimaron y humillaron antes de salir a jugar. Hemos demostrado que estamos a la par de los grandes. Nosotros necesitamos celebrar por lo menos esta alegría. Hemos sido un país que ha sufrido mucho. Y la verdad, hemos celebrado con humildad”, expresó el migrante venezolano Mauricio José, mientras trabajaba en su puesto de empanadas.
Con información de El Diario NY