La ONU denuncia un aumento de los ataques contra personal humanitario
También las fuerzas de seguridad camerunesas “han demorado el movimiento de cargamento humanitario y los camiones de reparto de ayuda y retenido el equipamiento protector necesario para la seguridad de los trabajadores humanitarios”, ha precisado la responsable de la ONU.
Las organizaciones humanitarias que trabajan en las dos regiones de mayoría anglófona de Camerún han sido objeto de ataques, secuestros y extorsión, lo cual está afectado a la asistencia y poniendo en peligro las vidas de las personas que dependen de ella.
Según ha denunciado en un comunicado, la situación en las regiones Noroeste y Suoreste, las dos de mayoría anglófona y escenario desde 2017 de un conflicto que enfrenta a grupos separatistas armados con las fuerzas gubernamentales camerunesas, ha llegado a tal punto que “se ha tenido que reducir el reparto de ayuda, poniendo muchas vidas innecesariamente en peligro”.
Baoicchi ha condenado en particular la práctica generalizada de los grupos armados de “instalar puestos de control ilegales en las principales rutas de suministro y de secuestrar a cooperantes”. En los dos últimos meses, ha precisado, trabajadores de seis ONG “han sido secuestrados o detenidos ilegalmente en incidentes que ponen en riesgo vidas”.
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Asimismo, ha subrayado que el uso de artefactos explosivos improvisados en “zonas muy frecuentadas”, la imposición de días de ‘ciudad fantasma’ o el cierre del transporte entre ciudades durante días “han limitado aún más la capacidad de las organizaciones humanitarias para operar, con graves consecuencias para la población a la que buscan asistir”.
También las fuerzas de seguridad camerunesas “han demorado el movimiento de cargamento humanitario y los camiones de reparto de ayuda y retenido el equipamiento protector necesario para la seguridad de los trabajadores humanitarios”, ha precisado la responsable de la ONU.
La ayuda que ofrecen las ONG en estas dos regiones “puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte para comunidades enteras”, por lo que ha pedido “a todos los actores en el terreno que protejan a los civiles y los trabajadores humanitarios”, garantizando la seguridad de estos últimos para que puedan hacer llegar la ayuda a los más vulnerables.
Igualmente, Baiocchi ha aprovechado para pedir “un alto el fuego”, máxime cuando el reciente aumento de los ataques se produce “en un momento en el que nuestros esfuerzos están concentrados en la lucha contra la pandemia de COVID-19”.
Con información de DPA
