La novia del cantante Alejandro Sanz, Rachel Valdés: “Es empático y humilde. ¡Muy noble!”
La hermosa cubana Rachel Valdés, una de las mujeres más buscadas del momento desde que el pasado septiembre trascendió que era la nueva pareja de Alejandro Sanz, ha abierto las puertas de su estudio en Madrid a la revista ‘Vanity Fair’ para explayarse sobre su relación con el cantante madrileño, cómo le conoció, quién les presentó, cómo es de verdad en la intimidad: “Lo conocí hace un tiempo a través de unos amigos en Miami. Es grande como persona y como artista. Es empático y humilde. ¡Muy noble!”.
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En el reportaje del próximo número de abril, Valdés repasa también su dura infancia en Cuba -donde su madre se privaba de comer para que ella comiera y donde no tuvo una muñeca hasta los 7 años-, y su trabajo como uno de los exponentes de las vanguardias artísticas de la isla: ha expuesto pinturas, acuarelas, esculturas, fotos e instalaciones. Lo suyo es crear “nuevos paisajes, limbos, lugares místicos, y aparantemente infinitos”.
Vocación temprana
Rachel Valdés Camejo nació en La Habana hace 29 años, pero sugiere a la revista que prefiere que le pongan 30: “Me gusta verme madura”, asegura la novia del cantante del ‘Corazón partío’, de 51. Ha vivido muy rápido. Se presentó de niña a un concurso de pintura en su barrio y se llevó el premio retratando a Fidel Castro: “¡Lo gané! Además de la muñeca, me dieron ropa, zapatos… Ahí pensé: ‘¡Esto de ser artista no está nada mal'”.
Tras graduarse en Pintura por la Academia Nacional de Bellas Artes de La Habana, la bella joven de blanquísima sonrisa y kilométricas piernas (mide 1,78 metros, 5 centímetros más que su novio) llegó a Barcelona con 20 años y una beca para seguir estudiando gracias a “unos coleccionistas que habían viajado a Cuba”. Durante los 5 años que estuvo en la capital catalana se casó con un importante abogado catalán y representante legal de futbolistas con el que tuvo a su hijo, Max, de 5 años. Al igual que sus padres -ambos informáticos-, acabó divorciándose.
Entre La Habana, Barcelona y Madrid
Valdés tiene ahora un estudio en Madrid -donde se ha realizado la entrevista, pero viaja asiduamente a Barcelona, donde dispone de un apartamento que usa cada vez que viene a visitar a su hijo. Sin embargo, su estudio principal está en La Habana, en una casa señorial ubicada en El Vedado, uno de los barrios de mayor esplendor de la ciudad. En La Habana se reencuentra con su familia, y con sus amigas, entre otras, la actriz Ana de Armas, de la que dice: “La admiro. Tiene un talento increíble”. A la nueva chica Bond la conoció gracias a unos amigos, igual que a Alejandro Sanz.
Fueron unos amigos en común de Miami los que le presentaron a Sanz, hasta el pasado verano casado con Raquel Perera, y con la que tiene dos hijos en común, Dylan y Alma. Y aunque no quiere hablar mucho del cantante, explica “su música siempre ha sido un referente” para ella, que no se define como mitómana. De entre todo su repertorio, ‘Cuando nadie me ve’ es su canción favorita (“Eso no lo sabe nadie. ¡Ni él!”). Como persona, Rachel dice que Alejandro es “grande como artista y persona. Es empático, humilde y muy noble”. Como cantante, “es un gran artista. Tener esa capacidad de transmitir algo tan fuerte, como una buena canción…”, asegura emocionada.
¿Y cómo lleva la fama y el interés de la prensa del corazón? “Intento mantenerme ordenada mentalmente. Tengo mis amigos de toda la vida, mi gente y soy muy natural. Notas que hay personas que preguntan de vez en cuando o se te acercan más, pero no es un ‘big deal’. Es algo que tiene que ver con mi relación, pero yo sigo siendo la misma. No quiero que nada me cambie”, se sincera Valdés.
Con información de El Periódico