Jorge Rodríguez revela posibles pruebas del fraude en las primarias
Jorge Rodríguez, el presidente de la Asamblea Nacional, ha irrumpido en escena con una contundencia desafiante, arremetiendo contra los acontecimientos del pasado domingo con un discurso cargado de indignación y denuncia. Para él, lo que tuvo lugar no fue una mera elección legítima, sino una teatral farsa, una estafa que ha dejado un sabor amargo en los labios de la democracia. En la mira de sus críticas se encuentra Jesús María Casal, presidente de la CNP, a quien acusa de haber tejido una artimaña delictiva.
Rodríguez expresa su repudio ante la inflación desmedida de cifras, una maniobra que ha llevado incluso a proclamar la participación de dos millones de personas, un acto que no solo distorsiona la realidad, sino que también implica una usurpación de identidades de un elevado número de venezolanos. Ante este panorama desalentador, el presidente de la Asamblea Nacional anuncia con firmeza la inmediata solicitud de una reunión de la comisión encargada de verificar los Acuerdos de Barbados, en aras de evaluar minuciosamente esta situación. Ambas partes involucradas se comprometieron solemnemente a cumplir con las condiciones electorales en todos los procesos.
En cuanto a Jesús María Casal, Rodríguez no escatima en calificativos, tachándolo de pusilánime y señalándolo como el principal instigador de este intento por robar las elecciones, en complicidad con Súmate. Rodríguez revela que únicamente se logró instalar el 75% de las mesas de votación, una cifra que deja al descubierto la incapacidad de alcanzar el millón de votantes, considerando un ritmo de 30 electores por hora. Con una mezcla de indignación y decepción, Rodríguez recalca que la cifra de 860 mil votantes representa el máximo posible en esta triste “pantomima” y critica la falta de habilidad incluso para perpetrar un fraude eficiente.
Pero las denuncias no terminan ahí. Rodríguez revela con voz enérgica que se asignaron absurdas cantidades de 11 mil votantes por centro de votación, una artimaña diseñada para generar tumulto, tomar fotografías y montar una farsa, llegando a lugares tan insólitos como residencias particulares. Además, señala que los votantes se encontraban sumidos en la incertidumbre acerca de su registro, mientras que Súmate, la empresa de María Corina Machado, parecía tener información privilegiada sobre estos cambios en los centros de votación, realizados tan solo dos días antes.
Como prueba irrefutable de sus acusaciones, el presidente de la Asamblea Nacional presenta audios y videos que, según él, evidencian sin lugar a dudas la existencia de un fraude. Rodríguez acusa a María Corina Machado y a Súmate de buscar una “autoproclamación 2”, una estrategia que solo puede desembocar en actos de violencia y desestabilización. Además, no escatima en afirmar que han engañado a todo el mundo, pues han logrado moldear una imagen que satisfaga los intereses estadounidenses. Rodríguez denuncia que más de dos millones de venezolanos han sido víctimas de una suplantación de identidad, un hecho inaceptable que clama por justicia.
Jorge Rodríguez, con una exigencia categórica, insta a que se lleven a cabo las investigaciones necesarias, pues, en su opinión, el fraude ha sido demostrado y no puede quedar impune. Su voz resuena con autoridad, dejando en el aire la necesidad apremiante de que se haga justicia y se resguarde la integridad de la democracia venezolana.