Flamencos liberados de la cárcel de Tocorón ahora residen en el Parque Generalísimo Francisco de Miranda
Flamencos rescatados de la cárcel de Tocorón encuentran refugio en el Parque Generalísimo Francisco de Miranda
Cinco elegantes flamencos, rescatados de la oscura cárcel de Tocorón, han encontrado un santuario en el majestuoso Parque Generalísimo Francisco de Miranda en Caracas. La noticia fue revelada por una fuente confiable de la institución, quien compartió la información con la Agencia France-Presse (AFP).
Estas hermosas aves, que fueron introducidas ilegalmente en el recinto penitenciario de alto riesgo, finalmente fueron liberadas tras una intervención enérgica. La prisión, además de albergar a reos peligrosos, sorprendentemente contaba con un zoológico improvisado, parques infantiles, piscinas, restaurantes e incluso una discoteca.
Dentro de este improvisado zoológico, se podían encontrar diversas especies silvestres como jaguares, garzas y, por supuesto, los flamencos mencionados. Al momento de su rescate, las aves (Phoenicopterus ruber) presentaban un bajo peso, según explicó la fuente.
El funcionario, quien prefirió mantener su identidad en el anonimato, señaló que los flamencos tenían la capacidad natural de surcar los cielos y deslizarse sobre las aguas, pero lamentablemente, en el penal de Tocorón, les habían arrancado algunas plumas, privándolos de su habilidad para volar. Aunque la fecha exacta del traslado no fue revelada, se pudo confirmar que los flamencos fueron llevados al Parque Generalísimo Francisco de Miranda, un entorno donde se espera que puedan recuperar su esencia y desenvolverse en libertad.
Una vez asentados en su nuevo hogar, los flamencos mostraron un cambio notable en su comportamiento. Ahora, libres de la opresión y el estrés, se les ha visto buscar compañía, pasear con elegancia, descansar plácidamente y abrir sus alas majestuosamente, describió la fuente.
La presencia de estas aves ha generado gran interés entre los visitantes del parque, quienes se detienen maravillados ante su belleza y singularidad. «Antes no estaban aquí», comentó una mujer mientras observaba a los flamencos junto a sus dos hijas. «Aunque parecen algo delgados, es maravilloso tenerlos tan cerca».
Estos flamencos son solo algunos de los pocos afortunados que lograron sobrevivir al caos que se desató durante la evacuación de la prisión el pasado 20 de septiembre. En una operación que involucró a más de 11.000 agentes, un incendio provocado por los propios reclusos consumió gran parte de las instalaciones, cobrándose la vida de la mayoría de los animales que allí habitaban. El ministro de Interior y Justicia, el almirante Remigio Ceballos, señaló en una conferencia de prensa posterior a la evacuación de la cárcel que la mayoría de los animales fueron víctimas del fuego iniciado por los reclusos, lo que causó una deshidratación masiva.
Antes de su traslado al Parque Generalísimo Francisco de Miranda, los flamencos pasaron por un período de cuarentena en otro zoológico de la capital, donde recibieron atención médica y se les ayudó a recuperarse de los estragos de su cautiverio.
La historia de estos flamencos es un recordatorio conmovedor de la capacidad de adaptación y resiliencia de la vida silvestre, así como del compromiso de los defensores de los animales por brindarles una segunda oportunidad. Ahora, en los amplios espacios del parque, estas hermosas criaturas aladas tienen la oportunidad de desplegar sus alas y volver a pintar los cielos con su gracia inigualable.
