Política

Explican tácticas rusas e iraníes que usa Maduro para eludir sanciones de EEUU

El barco con nombre falso ejemplifica el juego del gato y el ratón que Caracas está jugando con Washington alrededor del mundo.

El portal de Routers explica las tácticas rusas e iraníes que usa Maduro para eludir sanciones de EEUU y comerciar con petróleo. En primer lugar, el 21 de agosto, un tanquero llamado Otoman atracó en la terminal petrolera de Jose, en la costa oriental de Venezuela, para cargar 1,82 millones de barriles de crudo pesado, según documentos internos de la petrolera estatal venezolana.

Pero ningún petrolero con ese nombre está registrado en las bases de datos marítimos más grandes del mundo.

Para enturbiar aún más la situación, el identificador único para el Otoman que figura en los documentos, el número asignado por la Organización Marítima Internacional a cada barco, correspondía a otro tanquero llamado Rubyni, según las bases de datos.

El Rubyni fue reportado como fuera de servicio hace dos años, registran las bases de datos. Imágenes satelitales proporcionadas por TankerTrackers.com, un servicio independiente de monitoreo de embarcaciones, muestran que el barco fue desguazado en la costa de Bangladesh en 2018.

La identificación errónea del Otoman no es una equivocación aislada, según documentos de la empresa vistos por Reuters, bases de datos marítimos y registros corporativos, así como entrevistas con cuatro personas cercanas al productor estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y funcionarios estatales iraníes.

Desde que Estados Unidos impuso sanciones a Venezuela en el 2019, la estatal petrolera y algunas agencias navieras han estado ignorando los protocolos para verificar la identidad de los tanqueros, dijeron fuentes cercanas a PDVSA.

Esto es parte de una cortina de humo que, según un funcionario iraní, Teherán ha ayudado a desarrollar para que las exportaciones de petróleo de Venezuela puedan seguir fluyendo.

El barco con nombre falso ejemplifica el juego del gato y el ratón que Caracas está jugando con Washington alrededor del mundo.

Una investigación anterior de Reuters encontró que la mayor parte de los cargamentos que zarparon de Venezuela desde 2019 terminaron en China [nL1N2DI1AI].

El Otoman y otros casos develan cómo una gran cantidad de clientes en Rusia, uno de los aliados más cercanos de Venezuela, están fletando embarcaciones mal identificadas para hacer llegar el petróleo de Venezuela a Asia.

Cuando se le preguntó al Kremlin si tenía conocimiento de alguna empresa con sede en Rusia involucrada en el comercio de petróleo venezolano, un portavoz no respondió. Pero criticó las sanciones de Estados Unidos.

“Consideramos que las sanciones a Venezuela son ilegales desde la perspectiva del derecho internacional”, dijo. “Venezuela es un socio importante para Rusia en América Latina”.

Un funcionario del Ministerio de petróleo de Irán involucrado en conversaciones con Caracas dijo que su país, que ha enviado gasolina, condensado, alimentos y equipos de refinación a Venezuela, continuará con las entregas. “Las sanciones de Estados Unidos no pueden impedirnos hacer negocios entre nosotros. Pronto se realizarán nuevos envíos”, dijo, refiriéndose a esos suministros.

Venezuela ha perdido la mayor parte de la capacidad operativa que tenía para refinar su propio petróleo.

El Departamento del Tesoro de Estados Unidos, que administra el régimen de sanciones, no respondió a una solicitud de comentarios.

Un portavoz del Departamento de Estado dijo que el gobierno de Estados Unidos está consciente de que Venezuela acude cada vez más a Irán para asistencia en el sector energético. “Estos regímenes se están conduciendo uno al otro a un callejón sin salida, lo que no beneficiará a sus ciudadanos”.

NUEVOS COMPRADORES

El Otoman forma parte de una flota de más de 30 tanqueros contratados por un grupo de empresas hasta ahora desconocidas que han surgido este año como compradores clave de crudo venezolano.

De los 21 nuevos clientes de Pdvsa identificados en los documentos internos de la petrolera estatal, ninguno tiene antecedentes en comercio de petróleo. La mayoría parece tener sede en Rusia, pero para muchos, no se registró una dirección completa en las bases de datos de PDVSA. Aquellos con direcciones completas no fueron encontrados en ellas.

En total, recibieron más de 25 millones de barriles de crudo y combustible venezolanos entre abril y octubre, según los registros de Pdvsa casi una cuarta parte de las exportaciones totales de petróleo de Venezuela, lo que a precios de mercado para ese período representa alrededor de 544 millones de dólares.

En agosto, Estados Unidos tomó medidas para endurecer las sanciones al comercio petrolero de Venezuela, lo que provocó que los clientes recién llegados fueran virtualmente los únicos que quedaban en los programas de exportaciones de Pdvsa para octubre. Eso los convirtió en una tabla de salvación para el gobierno del presidente Nicolás Maduro.

Hasta la ola inicial de sanciones estadounidenses en 2019, Pdvsa seguía rigurosos lineamientos para registrar clientes, según una copia de los procedimientos de la compañía revisados por Reuters. Los clientes debían demostrar al menos dos años de experiencia en la industria, así como su solvencia crediticia.

Los compradores preferidos debían operar refinerías, por lo que no podían participar intermediarios.

Pdvsa suspendió esas reglas el año pasado, según tres fuentes cercanas a la firma, lo que hace incrementalmente difícil aún para los empleados de la compañía identificar a los compradores.

EL GUIÓN DE IRÁN

En 2018, antes de que entraran en vigor las sanciones de Estados Unidos, Venezuela estaba exportando alrededor de 1,5 millones de barriles por día (bpd) de petróleo, principalmente a Estados Unidos. Las sanciones llevaron los despachos a su nivel más bajo en casi 80 años, alrededor de unos 400.000 bpd entre junio y agosto pasado.

Los nuevos clientes evitaron el colapso de los envíos de petróleo. En septiembre, las exportaciones de Pdvsa rebotaron a más de 700.000 bpd, su nivel más alto desde abril.

Hasta marzo, Pdvsa negociaba principalmente con unidades del gigante ruso Rosneft, según muestran los cronogramas de exportación. La relación comercial se interrumpió este año cuando Washington añadió a su lista negra a los armadores que hacen negocios con Venezuela y sancionó a los clientes clave de PDVSA, incluidas las unidades de Rosneft.

Un portavoz de Rosneft dijo que la compañía cesó por completo el comercio de petróleo venezolano a raíz de esas sanciones.

Después de que Rosneft se retiró, el gobierno de Maduro profundizó su cooperación con Irán. En octubre, Pdvsa vendió crudo por primera vez a la compañía petrolera nacional de Irán.

Más allá de comerciar con Irán, Caracas está imitando tácticas desarrolladas por Teherán, incluyendo cambiar los nombres y los países donde se registran los barcos, apagar sus dispositivos de localización cuando están en ruta, transferir cargamentos entre tanqueros en el mar, traspasar la propiedad de barcos y utilizar compañías de maletín para adquirir y operar los petroleros.

Cuando se le preguntó si Irán había ayudado a Venezuela con técnicas para mantener a flote las exportaciones de petróleo, un segundo funcionario petrolero iraní dijo: “Tenemos reuniones y discutimos una variedad de temas, incluido el comercio y las formas de eludir las sanciones de Estados Unidos”.

Agregó que los cambios de bandera y del destino de los barcos y las transferencias entre tanqueros son comunes.

Con información de Maduradas.

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