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Este #31May se celebra el Día Mundial de No Fumar

Este #31May se celebra el Día Mundial de No Fumar

Entre uno y nueve meses, el dejar de fumar puede tener como resultado la disminución de la tos y de la dificultad para respirar.

Este lunes 31 de mayo se celebra el Día Mundial sin Tabaco. Para hacer eco de este día, la OMS creó una campaña llamada “Comprométete a dejarlo durante la Covid-19”. Esta tiene como meta crear conciencia sobre los efectos nocivos de su consumo para la salud.

Según la OMS, la adicción al tabaco es el causante del mayor número de muertes prematuras a nivel global. 

Cada año, el tabaco mata a más de ocho millones de personas en el mundoy más de siete millones de esas muertes se deben al consumo directo de tabaco. Mientras que 1,2 millones al humo ajeno, es decir que no consumen directamente.

Como comparación, a este 31 de mayo, el Covid-19, es de 3,5 millones de personas, menos de la mitad de las muertes atribuidas al tabaquismo en un año, y la pandemia lleva ya 15 meses.

Hoy en día existen una serie de terapias para dejar este vicio, así como también, terapias para evitar la ansiedad luego de dejarlo, ya que estudios han demostrado que una gran mayoría, no lo logra y vuelve a caer.

En la campaña por el Día Mundial Sin Tabaco de este año, la OPS resaltó que los fumadores tienen mayor probabilidad de desarrollar Covid-19 de forma severa.

De acuerdo con la OPS, los beneficios de dejar de fumar son “prácticamente inmediatos”, entre los cuales destaca la disminución del ritmo cardíaco.

“Dentro de las siguientes 12 horas, el nivel de monóxido de carbono en sangre disminuye hasta valores normales. Entre 2 y 12 semanas, mejora la circulación y aumenta la función pulmonar”, añadieron.

Entre uno y nueve meses, el dejar de fumar puede tener como resultado la disminución de la tos y de la dificultad para respirar.

También bajan los riesgos de sufrir cardiopatía coronaria, accidente cerebrovascular y cáncer de pulmón, explicó la OMS en su portal web.

Dejaron de fumar

El medio zuliano Primicia reunió tres testimonios de personas que fueron fumadores desde su adolescencia y lograron dejar el tabaco recientemente.

Manuel Díaz relató que empezó a fumar a los 14 años y lo dejó al inicio de la pandemia por coronavirus, a sus 70 años.

“Dejé de fumar por conocer la dificultad respiratoria que presenta y por mi problema de sinusitis crónica, que me convertían en un potencial paciente de covid-19”, admitió. A pesar de no haber notado algún cambio en su salud, confesó que no quiere volver a fumar.

“Mi motivación es demostrarme que puedo mantener mi decisión, aun cuando en momentos de ansiedad me provoque fumar”, expresó.

Para José Rodríguez, fumar nunca representó un vicio, aunque se mantuvo haciéndolo desde los 13 a los 21 años. “Dejé de fumar sin motivos aparentes, luego volví a fumar a los 35 y dejé de fumar el año pasado”, mencionó.

El ciudadano de 38 años indicó que el fumar siempre fue “de dejarlo y retomarlo por decisión propia”.

Coincidió en que no han notado cambios en su salud, pero declaró que no tiene motivos para volver a fumar en la actualidad.

Por su parte, Douglas Díaz empezó a fumar a los 14 años y dejó de hacerlo el 3 de enero de este año. “Por decisión propia sobre mi salud”, agregó.

Resaltó que después de dejar el cigarrillo ha logrado mejorar su capacidad respiratoria y de trabajo. Díaz acotó que su motivación para no volver a fumar es la salud física y el estado actual que ha logrado después de casi cinco meses.

Riesgos para los niños

La neumóloga Olimarys Bastardo explicó cómo puede afectar la salud de los niños el ser fumadores pasivos.

La especialista acotó que el efecto del humo de cigarrillo en los niños empieza desde la etapa prenatal, desde antes de que nazcan.

Indicó que los efectos de tener madres fumadoras están asociados a tener bajo peso al nacer, pasar mayores complicaciones en el embarazo como hemorragias o placenta previa.

Bastardo comentó que los recién nacidos de madres fumadoras pueden tener una baja función pulmonar que se puede prolongar incluso hasta la edad adulta.

“Una vez que nace el bebé, hay un riesgo asociado donde los lactantes que son fumadores pasivos o hijos de padres fumadores, tienen tres veces más riesgos de sufrir de muerte, que aquellos cuyas madres no son fumadoras”, añadió.

Bastardo apuntó que los niños que son fumadores pasivos padecen un 70% más de enfermedades de las vías respiratorias altas, especialmente virales, tipo bronquiolitis.

Los niños fumadores pasivos también pueden presentar infecciones de las vías respiratorias en el campo de otorrino.

“Presentan más otitis, amigdalitis, tienen mayor frecuencia de procesos tumorales, tanto en menores de cinco años como en la edad adulta”, afirmó.

La especialista declaró que los efectos del cigarrillo en los niños también se asocian con síntomas respiratorios inespecíficos como tos o rinorrea.

La neumóloga destacó que una de las asociaciones más importantes es que la frecuencia de asma es mayor entre los hijos de padres fumadores que en los hijos de no fumadores.

Bastardo reveló que existe una controversia sobre si el asma es un factor etiológico, es decir, si el fumador pasivo es el causante del asma o es un paciente asmático.

El hecho de ser fumador puede ocasionar que tenga un mal control de la enfermedad y va a ser un desencadenante de las crisis de asma, mencionó la especialista.

“Es importantísimo la concientización de la población porque el adulto decide fumar, el niño no puede decidir y va a ocasionar consecuencias bien importantes a lo largo de toda su vida”, opinó.

Con información de Caraota Digital.

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