El poderoso grito de justicia por Harian se hace eco en Coro
El clamor por justicia para Harian resuena en Coro
En medio de esta oscura tragedia, la voz de la comunidad clama con una fuerza inquebrantable, exigiendo justicia para Harian. Desde el solemne funeral de la joven, donde lágrimas y lamentos llenaron el aire, hasta las emotivas manifestaciones que han tenido lugar frente a la imponente sede de Polimiranda y la prestigiosa Universidad Politécnica Territorial Alonso Gamero (UPTAG), donde Harian dedicaba sus días al estudio de la Contaduría, los ciudadanos han dejado en claro su indignación en múltiples ocasiones.
Estudiantes anhelantes de justicia, profesores comprometidos con la causa, sindicalistas infatigables, obreros solidarios, habitantes de Chimpire afectados por el sinsentido de la violencia, familiares desgarrados por la pérdida y miembros destacados de la comunidad se han unido en una protesta unánime, coreando con fervor el grito inquebrantable de justicia. En esta ocasión, han propuesto un pronunciamiento conjunto que involucre la participación activa de todas las instituciones pertinentes y un respaldo amplificado de la sociedad en su conjunto frente a la violencia. Su demanda incansable es que este abominable crimen sea tipificado como un femicidio, y no simplemente como un homicidio en el contexto de un robo.
Abraham Hernández, fiel compañero de estudio de Harian de Los Ángeles de León García, cuyo ser fue arrebatado en una fatídica mañana del 20 de septiembre en el Minimarket Delicateses, ubicado en la encrucijada de la calle Garcés, entre las venerables calles Cristal y Callejón Sierralta, proclamó con vehemencia que en momentos tan sombríos como este, todos deben unir sus fuerzas y la sociedad en su totalidad debe erguirse con determinación para evitar que tan execrables actos se repitan.
La comunidad, al analizar el caso de Harian, considera que la imposición de la máxima condena en Venezuela, que asciende a 30 años de privación de libertad, sentará un precedente ineludible y esencial para que cada individuo comprenda con certeza inmutable que nadie, bajo ninguna circunstancia, posee el derecho insensato de arrebatarle la vida a otro ser humano.
En un acto de valentía y determinación, Hernández presentó una solicitud formal ante la eminente Juez Rectora, Anaid Hernández, con la intención de promover una investigación exhaustiva de este caso, garantizando así que los pilares de la justicia sean erigidos con solidez y equidad. Asimismo, se ha elevado una petición similar ante la figura presidencial del Circuito Judicial Penal, con la firme intención de asegurar que se haga justicia en su máxima expresión. Además, se ha solicitado enfáticamente el traslado del detenido hacia la Comunidad Penitenciaria de Coro, como una medida que busca salvaguardar la integridad del proceso judicial y garantizar que el peso de la ley se aplique de manera incuestionable.
El llamado de la comunidad retumba con una fuerza inquebrantable, dejando en claro que los actos de violencia de género no serán tolerados ni silenciados. Esta exigencia justa y necesaria nos recuerda la imperante necesidad de construir una sociedad en la cual la vida y la dignidad humana sean respetadas y protegidas por igual. Solo a través de un compromiso colectivo y una respuesta contundente podremos honrar el legado de Harian y abogar por un futuro en el que nadie más tenga que sufrir una pérdida tan insustituible.
