Internacionales

El País: Venezuela espera la liberación de 3.000 millones de dólares en activos retenidos en el extranjero

Tras arduas y complejas negociaciones, se vislumbra una luz al final del túnel para Venezuela. Según fuentes confiables que han compartido esta exclusiva con EL PAÍS, los esperados 3.000 millones de dólares venezolanos retenidos en el extranjero están a punto de ser liberados en las próximas semanas. Esta noticia supone un respiro para el atribulado país sudamericano, ya que los fondos serán administrados por la prestigiosa Organización de las Naciones Unidas (ONU) y se destinarán a obras y saneamiento con el fin de mejorar sustancialmente la calidad de vida de los venezolanos.

El acuerdo para la liberación de estos recursos se alcanzó durante el histórico diálogo llevado a cabo en México el año pasado entre el chavismo y la oposición. Sin embargo, hasta ahora, su implementación se había visto obstaculizada por diversas razones. Una de las principales preocupaciones de la ONU radicaba en la posibilidad de que los acreedores del Gobierno venezolano reclamaran el dinero, lo cual generaba incertidumbre en torno a la tan ansiada liberación de los fondos. No obstante, en un giro de los acontecimientos, Estados Unidos asumió la responsabilidad de proteger estos activos en mayo, allanando así el camino para su pronta circulación. Según las fuentes consultadas, es cuestión de semanas para que finalmente el dinero fluya.

La abultada deuda que Venezuela arrastra, con miles de millones de dólares en préstamos comerciales y laudos arbitrales pendientes, ha sido el principal obstáculo en este complicado proceso. Varios acreedores han centrado su mirada en los activos congelados fuera del país debido a las sanciones impuestas por Estados Unidos, con la esperanza de cobrar las sumas adeudadas por el Gobierno y la estatal petrolera PDVSA. Entre los activos retenidos se encuentran 31 toneladas de lingotes de oro custodiadas por el Banco de Inglaterra, así como ciertas cuentas del Banco Central de Venezuela en territorio estadounidense. La preocupación del secretario general de la ONU, António Guterres, ante la posibilidad de enredarse en una maraña jurídica, fue aplacada gracias a la protección diplomática especial otorgada por Estados Unidos, disipando así cualquier inquietud.

Para el chavismo, esta liberación de recursos representa una prioridad ineludible. El Gobierno venezolano se encuentra en una situación delicada, ya que la supuesta recuperación económica que se había prometido al pueblo resultó ser una quimera para la mayoría de los ciudadanos. Por consiguiente, la llegada de estos fondos, los cuales se destinarán a la construcción de escuelas, hospitales y mejoras en los maltrechos servicios públicos, podría tener un impacto significativo en la imagen del chavismo de cara a las próximas elecciones, programadas para 2024. No hay duda de que este acontecimiento podría desencallar las negociaciones en México, donde se busca establecer una fecha concreta para los comicios, a los que la oposición acudirá con un candidato único.

El proceso de liberación de estos fondos ha requerido la participación activa de funcionarios de los Departamentos de Estado y del Tesoro de Estados Unidos. «Guterres está preparado. Ha llegado el momento de contar con ese dinero», aseguran las fuentes vinculadas a las negociaciones. La ONU, con su sede en la imponente ciudad de Nueva York, actuará como depositaria de los fondos, garantizando así que sean utilizados de acuerdo con los términos pactados.

Cabe resaltar que la liberación de los fondos no está condicionada a un gesto de apertura por parte del Gobierno chavista. Sin embargo, tanto la oposición como Noruega, país facilitador del diálogo, esperan que este acontecimiento contribuya a seguir avanzando en las conversaciones que buscan alcanzar una solución negociada a la crisis que aqueja a Venezuela.

En conclusión, la liberación de los esperados 3.000 millones de dólares venezolanos retenidos en el extranjero se perfila como un hito trascendental en la lucha del país por superar su adversidad. Con la ONU asumiendo la administración de los fondos y enfocTras arduas y complejas negociaciones, se vislumbra una luz al final del túnel para Venezuela. Según fuentes confiables que han compartido esta exclusiva con EL PAÍS, los esperados 3.000 millones de dólares venezolanos retenidos en el extranjero están a punto de ser liberados en las próximas semanas. Esta noticia supone un respiro para el atribulado país sudamericano, ya que los fondos serán administrados por la prestigiosa Organización de las Naciones Unidas (ONU) y se destinarán a obras y saneamiento con el fin de mejorar sustancialmente la calidad de vida de los venezolanos.

El acuerdo para la liberación de estos recursos se alcanzó durante el histórico diálogo llevado a cabo en México el año pasado entre el chavismo y la oposición. Sin embargo, hasta ahora, su implementación se había visto obstaculizada por diversas razones. Una de las principales preocupaciones de la ONU radicaba en la posibilidad de que los acreedores del Gobierno venezolano reclamaran el dinero, lo cual generaba incertidumbre en torno a la tan ansiada liberación de los fondos. No obstante, en un giro de los acontecimientos, Estados Unidos asumió la responsabilidad de proteger estos activos en mayo, allanando así el camino para su pronta circulación. Según las fuentes consultadas, es cuestión de semanas para que finalmente el dinero fluya.

La abultada deuda que Venezuela arrastra, con miles de millones de dólares en préstamos comerciales y laudos arbitrales pendientes, ha sido el principal obstáculo en este complicado proceso. Varios acreedores han centrado su mirada en los activos congelados fuera del país debido a las sanciones impuestas por Estados Unidos, con la esperanza de cobrar las sumas adeudadas por el Gobierno y la estatal petrolera PDVSA. Entre los activos retenidos se encuentran 31 toneladas de lingotes de oro custodiadas por el Banco de Inglaterra, así como ciertas cuentas del Banco Central de Venezuela en territorio estadounidense. La preocupación del secretario general de la ONU, António Guterres, ante la posibilidad de enredarse en una maraña jurídica, fue aplacada gracias a la protección diplomática especial otorgada por Estados Unidos, disipando así cualquier inquietud.

Para el chavismo, esta liberación de recursos representa una prioridad ineludible. El Gobierno venezolano se encuentra en una situación delicada, ya que la supuesta recuperación económica que se había prometido al pueblo resultó ser una quimera para la mayoría de los ciudadanos. Por consiguiente, la llegada de estos fondos, los cuales se destinarán a la construcción de escuelas, hospitales y mejoras en los maltrechos servicios públicos, podría tener un impacto significativo en la imagen del chavismo de cara a las próximas elecciones, programadas para 2024. No hay duda de que este acontecimiento podría desencallar las negociaciones en México, donde se busca establecer una fecha concreta para los comicios, a los que la oposición acudirá con un candidato único.

El proceso de liberación de estos fondos ha requerido la participación activa de funcionarios de los Departamentos de Estado y del Tesoro de Estados Unidos. «Guterres está preparado. Ha llegado el momento de contar con ese dinero», aseguran las fuentes vinculadas a las negociaciones. La ONU, con su sede en la imponente ciudad de Nueva York, actuará como depositaria de los fondos, garantizando así que sean utilizados de acuerdo con los términos pactados.

Cabe resaltar que la liberación de los fondos no está condicionada a un gesto de apertura por parte del Gobierno chavista. Sin embargo, tanto la oposición como Noruega, país facilitador del diálogo, esperan que este acontecimiento contribuya a seguir avanzando en las conversaciones que buscan alcanzar una solución negociada a la crisis que aqueja a Venezuela.

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