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Dos niños fueron encerrados por la Patrulla Fronteriza y ahora EEUU les deberá pagar una indemnización millonaria

Un juez federal en San Diego determinó que el gobierno estadounidense violó los derechos constitucionales de dos niños que fueron detenidos durante largas horas en la frontera entre Estados Unidos y México. Oscar Amparo Medina y su hermana Julia Isabel Amparo tenían catorce y nueve años, respectivamente, en marzo de 2019, cuando fueron retenidos en el cruce fronterizo Tijuana-San Ysidro, en California, mientras se dirigían a la escuela.

Los agentes sospecharon que los niños menores sobre sus identidades y que el mayor podría estar involucrado en tráfico humano. El juez federal del Distrito Sur de California, Gonzalo Curiel, dictaminó que la detención prolongada fue injustificada y violó sus derechos constitucionales.

“El sentido común y la experiencia humana ordinaria indican que no era razonable detener a Julia durante 34 horas para determinar su identidad o detener a Oscar durante unas 14 horas para determinar si estaba traficando o traficando con su hermana cuando había múltiples medios de investigación disponibles y agentes. Se los persiguió injustificadamente”, escribió en su orden.

Las indemnizaciones

El juez otorgó compensaciones significativas a la familia al alegar daños y perjuicios. El gobierno estadounidense deberá pagar 1,1 millones de dólares a Julia, US$175 mil a Oscar y US$250 mil a su madre Thelma. Según declaraciones retomadas por Couthhose News, Joseph McMullen, abogado de la familia, destacó que este veredicto subraya la necesidad de que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) siga las reglas, especialmente en el trato hacia los niños.

Cómo fue la detención de los niños en California

El procedimiento se complicó cuando un oficial de la patrulla fronteriza afirmó que Julia Isabel Amparo en el pasaporte tenía algo que no coincidía con la apariencia física que observaban los oficiales. Según indica el informe judicial, la menor fue interrogada por un miembro de la patrulla fronteriza llamado Willmy Lara. A las irregularidades se suma que en ese momento no había testigos ni grabaciones del incidente, ambos accionares que violan las normas de la Política de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU.

“Julia comenzó diciendo que era Julia, pero en algún momento, bajo la influencia y presión de un oficial intenso conocido por obtener confesiones, aceptó que en realidad era Melany”, escribió Curiel. “Tener a dos agentes en una entrevista pretende controlar la presión ejercida por los agentes, y ese control fracasó”, concluyó en su orden.

Con información de La Nación

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