Cristiano Ronaldo abre las puertas de su hotel en Marruecos para brindar refugio a los afectados por el terremoto
El majestuoso y lujoso hotel perteneciente al renombrado futbolista Cristiano Ronaldo, ubicado en las exuberantes tierras de Marruecos, se ha convertido en un faro de esperanza y refugio para aquellos afectados por el devastador terremoto que sacudió la ciudad de Marrakech con una magnitud de 6.8 grados en la escala Richter, en la oscura noche del viernes pasado. Este descomunal movimiento telúrico ha dejado, hasta el momento, una dolorosa estela de más de mil almas perdidas y mil doscientos cuerpos heridos, aunque, lamentablemente, la sombra de la tragedia podría ensancharse con el correr de las horas.
En medio de esta desgarradora realidad, los sobrevivientes anhelan desesperadamente encontrar un remanso de seguridad que les brinde la posibilidad de conciliar el sueño, pues el persistente peligro de réplicas amenaza con hacerse presente en las próximas horas, como un cruel eco de la tragedia que los ha golpeado con inmisericorde furia.
A ello se suma el delicado panorama de aquellos visitantes extranjeros, quienes se encontraban deleitándose con los encantos de la pintoresca Marrakech y anhelan regresar a sus respectivos países para buscar el consuelo y el cobijo de sus seres queridos en tan difíciles momentos.
Entre estas almas en busca de resguardo se encuentra Irene Seixas, una valerosa mujer de nacionalidad española, quien tuvo a bien compartir su conmovedora experiencia con los afamados periodistas del canal de noticias RTVE. Con voz entrecortada por la emoción y los recuerdos aún frescos, la señora Seixas relató cómo el espléndido hotel perteneciente al célebre Cristiano Ronaldo, majestuosamente erigido en las afueras de la ciudad, ha abierto sus puertas de par en par para acoger a las víctimas damnificadas por el fatídico terremoto.
En un gesto de altruismo y compasión, el hotel se ha convertido en un santuario transitorio para aquellos cuyas vidas han sido sacudidas por la vorágine sísmica, ofreciéndoles no solo un refugio físico, sino también un respiro emocional en medio del caos y la desolación. La generosidad de Cristiano Ronaldo y su equipo ha permitido que los afectados encuentren un lugar seguro donde mitigar el dolor y buscar consuelo en la compañía solidaria de otros seres humanos que comparten su desgracia.
Esta muestra de humanidad y solidaridad en tiempos de adversidad es un destello de esperanza que ilumina la oscuridad del desastre y nos recuerda la importancia de unirnos como hermanos en momentos de angustia y desamparo. En medio de la incertidumbre y la tristeza que embarga a Marrakech, el hotel de Cristiano Ronaldo se erige como un faro de solidaridad y apoyo, brindando a los afectados un rayo de esperanza en su camino hacia la reconstrucción y la recuperación.
Mientras el mundo se estremece ante la magnitud de esta catástrofe natural, el gesto noble y desinteresado del futbolista y su equipo nos invita a reflexionar sobre el verdadero valor de la empatía y la compasión. En momentos de dolor y desesperanza, la grandeza de un corazón solidario puede marcar la diferencia entre la desolación y la esperanza, y el hotel de Cristiano Ronaldo se alza como un símbolo de esa grandeza humana en medio de la adversidad más desgarradora.
🚨 Cristiano Ronaldo has made his Hotel Pestana CR7 available to provide shelter to those affected by the earthquake in Morocco. 🇲🇦
Respect❤️ pic.twitter.com/s1h5ol5E4C
— CristianoXtra (@CristianoXtra_) September 9, 2023
“Ahora mismo estamos destempladísimos. Empezamos a buscar vuelos, que se agotaron en un momento. Tuvimos que coger vuelos incluso de mil euros para intentar marchar antes porque nos íbamos el próximo miércoles. Los hoteles lo mismo. Tuvimos que venirnos a la zona nueva de Marrakech, donde hay más hoteles de lujo, por decirlo de alguna manera. Ahora hemos conseguido que el hotel de Cristiano Ronaldo, que está a las afueras, nos den una habitación”.
“Estamos a la espera. Hemos dormido toda la noche en la calle y a las siete de la mañana nos han dicho que sí, que nos podíamos acercar y estamos en un vestíbulo un montón de personas de diferentes nacionalidades, esperando a ver si conseguimos una habitación, pero todos hemos dormido en la calle”, dijo Irene Seixas.