Ciencia y turismo tras los pasos de Darwin en Galápagos
A un mes de que se reactiven los vuelos a las Galápagos, cuna de la teoría de la evolución de Charles Darwin, estos sectores siguen la premisa del archipiélago: adaptarse para sobrevivir.
El nuevo coronavirus, que impacta con fuerza a Ecuador, obligó a la fuga de decenas de investigadores que siguen la estela del naturalista inglés. Y con ellos quedaron en suspenso los recursos de la actividad científica, que junto al turismo engrasan el motor de la economía local.
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“En gran medida se ha paralizado la ciencia estos días en Galápagos”, comenta a AFP Diego Quiroga, decano de Investigación y Asuntos Externos de la privada Universidad San Francisco de Quito (USFQ).
Del Galápagos Science Center de la USFQ fueron repatriados 16 investigadores de diversas nacionalidades y medio centenar de estudiantes estadounidenses cuando Ecuador, a mediados de marzo, cerró fronteras, suspendió vuelos e impuso restricciones de movilidad ante el avance de la covid-19.
Los 76 proyectos del centro educativo quedaron estancados y además cancelaron un congreso que reúne a unos 200 científicos del mundo en las islas.
Las veinte iniciativas de la Fundación Charles Darwin (FCD) –que opera desde hace 60 años en el archipiélago– corrieron con igual suerte.
Cerca de 30 científicos y voluntarios de la ONG que realizaban trabajo de campo en las islas, a 1.000 km de la costa, “tuvieron que dejar sus sitios de investigación de manera anticipada por el asunto de la pandemia”, dice María José Barragán, directora de Ciencias.
Barragán lamenta que por la apresurada salida “se ha obviado una temporada importante de investigación que corresponde a la época reproductiva de aves” en Galápagos, considerado Patrimonio Natural de la Humanidad y laboratorio natural.
Las actividades continúan a cargo del estatal Parque Nacional Galápagos, responsable de la conservación de la reserva con flora y fauna únicas.
– Adaptarse –
Pese a que no están en el terreno, los investigadores no paran. Lejos del archipiélago que toma su nombre de las tortugas gigantes que lo habitan, siguen elaborando informes, analizan datos y publican artículos científicos.
Sin embargo, en la FCD estiman que a futuro la consecución de fondos y la investigación se verán impactados por la pandemia, que deja más de 380.000 muertos a nivel mundial.
En Ecuador, con 17,5 millones de habitantes, las autoridades reportan cerca de 41.000 casos, incluidos unos 3.500 muertos. Galápagos es la provincia menos afectada con 76 contagios, y dos de sus tres cantones fueron declarados libres de la enfermedad.
“El panorama mundial para el sector de conservación con relación a la adquisición y disponibilidad de fondos creo que va a cambiar porque probablemente van a haber otros intereses para colectar fondos”, comentó Barragán.
En ese sentido, asegura, se hace necesario incorporar el componente de la pandemia a las investigaciones en Galápagos. “Tenemos que adaptarnos, de hecho ese es el principio de la teoría de la evolución, cambiar y adaptarse”, indicó.
Carlos Mena, director del Galápagos Science Center, es más optimista. “No creo que el financiamiento para la ciencia disminuya, lo que sí creo es que se va a mover a diferentes lugares, por ejemplo, para temas de reactivación económica o el estudio de enfermedades y virus”.
– Cero ingresos –
Pero la paralización de proyectos no solo impacta la recolección de datos sino también afecta la economía de la provincia insular, donde viven unas 30.000 personas.
Mena estima que los galapagueños dejarán de recibir cerca de un millón de dólares en 2020 por la suspensión de las investigaciones.
“La ciencia mueve recursos (…) No es un movimiento enorme, no es como el turismo, pero sí produce ciertos ingresos”, señala a su vez Quiroga.
En el archipiélago, visitado por 271.200 personas en 2019, un 85% de las actividades productivas están relacionadas con el turismo. Ese sector dejó de recibir entre marzo y mayo alrededor de 200 millones de dólares, según la Cámara Provincial de Turismo de Galápagos (Capturgal).
“Los ingresos son cero. No ha habido ingreso de turistas, por ende no hay pago de ingreso al parque, tampoco generación económica”, lamenta Andrés Ordóñez, director de Capturgal.
Las autoridades se han enfocado en la reactivación económica de las islas, por eso permitirán el ingreso de turistas desde el 1 de julio.
Mena cree que los visitantes volverán antes que los investigadores extranjeros, pues para los científicos los centros de investigación deberán diseñar protocolos de bioseguridad.
Con el retorno de turistas a la vuelta de la esquina, Mena considera que el trabajo de los investigadores puede “ser la guía para que pueda haber un mejor turismo” en estas islas de ecosistemas frágiles.
“Galápagos, que siempre ha sido considerado un laboratorio para estudiar la evolución de las especies, después de esto podemos verle también como un laboratorio para construir un modelo de turismo o un modelo de sociedad que sea mejor de lo que era antes”, señala.
Con información de La Patilla.