Cardenal Pietro Parolin no asistirá a la beatificación de José Gregorio Hernández
Debido a la pandemia del covid-19, el cardenal Pietro Parolin, no viajará a Caracas para oficiar la beatificación de José Gregorio Hernández que se realizará el próximo viernes 30 de abril.
«Por causas de fuerza mayor, ligadas principalmente a la pandemia de covid-19, el Secretario de Estado no podrá viajar a Venezuela, como deseaba, con motivo de la beatificación del Venerable Siervo de Dios José Gregorio Hernández, que tendrá lugar en Caracas el día 30 de este mes», anunció por sorpresa el Vaticano en un comunicado.
El Cardenal Parolin «asegura su participación espiritual en este momento tan importante para la Iglesia y para todo el país y espera que contribuya a profundizar la fe de los venezolanos y su vida cristiana, en la imitación del nuevo Beato, a afrontar la crisis humanitaria y a promover una convivencia plural y pacifica», se agrega en la nota.
Parolín, antiguo Nuncio Apostólico (embajador de la Santa Sede) en Venezuela, iba a ser el encargado de oficiar la ceremonia de beatificación de José Gregorio Hernández, conocido como «el médico de los pobres».
Debido a la pandemia, tan solo 150 personas podrán asistir a la ceremonia en el iglesia del colegio La Salle, en Caracas, en la zona de la ciudad en la que José Gregorio Hernández realizó gran parte de su labor como médico, con especial atención a los más desfavorecidos, informaron los organizadores.
Hace tres días, los medios vaticanos habían confirmado la presencia de Parolin para presidir la ceremonia junto a los cardenales venezolanos Baltazar Porras y el emérito de Caracas Jorge Urosa Savino, así como el actual nuncio apostólico, Aldo Giordano.
El papa Francisco aprobó la beatificación del médico venezolano el 19 de junio de 2020 al reconocer un milagro atribuido a su intercesión.
El futuro beato, que murió atropellado en Caracas en 1919, es recordado en Venezuela y en los países vecinos por su ayuda a los más pobres y por su caridad y generosidad, considerado un santo por el imaginario popular, que le atribuye numerosos milagros médicos.
Para su beatificación, los postuladores de la causa presentaron a la Congregación vaticana el caso de la «curación milagrosa» de una niña con una grave lesión neurológica por arma de fuego en 2017.
Con información de Maduradas.