Canasta alimentaria de julio se posicionó en más de 500 dólares
Canasta alimentaria
En medio del desolador panorama que enfrenta Venezuela, se revela una vez más la cruda realidad económica a través del reciente informe del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM). Los datos revelan que una familia venezolana compuesta por cinco personas se ve obligada a contar con nada menos que 118,14 salarios mínimos para poder acceder a la anhelada canasta alimentaria familiar. En julio, el precio de esta canasta alcanzó una impactante cifra de 502,27 dólares, según las estimaciones difundidas recientemente.
Mientras tanto, el salario mínimo establecido por el Ejecutivo venezolano se mantiene en un nivel desalentador de 130 bolívares mensuales, lo que equivale a escasos 4,25 dólares. Sin embargo, para hacer frente a la canasta alimentaria, que incluye una selección de 60 productos esenciales, una familia se ve en la necesidad apremiante de disponer de la exorbitante suma diaria de 16,74 dólares. Esta cifra astronómica se suma a las dificultades cotidianas que millones de venezolanos enfrentan para satisfacer sus necesidades básicas.
El informe del Cendas-FVM no solo arroja luz sobre la abrumadora disparidad entre los ingresos familiares y el costo de los alimentos, sino que también revela los sectores que han experimentado los mayores incrementos de precios durante el periodo analizado. En primer lugar, destaca el preocupante aumento del 10,60% en el sector de frutas y hortalizas, seguido de cerca por la salsa y la mayonesa, con un incremento del 5,55%. Además, las carnes y sus preparados también han experimentado un significativo aumento del 5,19%.
La inflación, ese flagelo que castiga implacablemente a la economía venezolana, se ha mantenido en niveles alarmantes. Hasta el mes de julio, el país acumula una inflación del 121,3%, según los datos oficiales publicados el pasado 11 de agosto por el Banco Central (BCV). Estos datos reflejan la persistente inestabilidad económica que asola a la nación sudamericana, mostrando un incremento promedio de precios de bienes y servicios del 6,2%, en línea con el registro de junio.
Dentro de este contexto de inflación desenfrenada, el BCV ha identificado los sectores que han experimentado los mayores aumentos en sus precios. El sector de servicios de vivienda (excepto teléfono) se lleva el triste galardón del mayor incremento, con un desorbitante 10,5%. Le siguen las comunicaciones, con un 8,1%; el esparcimiento y la cultura, con un 7,9%; el vestido y calzado, con un 7,3%; y, por último, los restaurantes y hoteles, con un 7%. Estas cifras profundizan aún más la preocupación de los venezolanos, quienes se enfrentan a una constante lucha por mantener su calidad de vida en medio de una economía asfixiante y desequilibrada.
Ante este desalentador panorama, se vuelve más evidente que nunca la necesidad de buscar soluciones efectivas y sostenibles que puedan aliviar el sufrimiento de la población venezolana. La esperanza de un futuro próspero y estable se desvanece día a día, mientras los ciudadanos luchan por sobrevivir en un entorno económico hostil. La atención, tanto a nivel nacional como internacional, se centra en Venezuela, en espera de un cambio que proporcione un alivio tangible a los millones de personas que enfrentan dificultades para acceder a alimentos básicos y mantener una vida digna.
