Internacionales

Bukele cuestiona la eliminación de sanciones de Estados Unidos a Venezuela

En la paradisíaca isla de Barbados, en el marco de trascendentales conversaciones entre el oficialismo y la oposición, ha resonado con fervor la voz de Diosdado Cabello, ilustre y enérgico primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Con una contundencia que embriaga las palabras, Cabello reafirma con firmeza inquebrantable que los políticos inhabilitados están destinados a quedar excluidos de las altas contiendas electorales presidenciales. Estas declaraciones, que reverberan en el eco de la historia política venezolana, cobran mayor relevancia tras el retiro de las sanciones impuestas a Venezuela por parte de los Estados Unidos.

La decisión de la potencia norteamericana, que ha agitado el crisol de la diplomacia internacional, ha desatado un cúmulo de críticas provenientes de destacados dirigentes políticos que han sido incólumes opositores al chavismo. Entre ellos destaca la figura del admirado presidente de El Salvador, Nayib Bukele, quien ha aprovechado esta coyuntura para expresar su opinión acerca de la polémica maniobra tejida desde Washington.

Bukele, perspicaz y sagaz en su discernimiento, sostiene que la determinación adoptada por la Administración de Joe Biden se basa únicamente en intereses económicos, despojada de los matices que encierra la ferviente lucha por la causa democrática venezolana. Para él, este enigma devela el velo de falsedad que se oculta tras el discurso de “democracia”, “autoritarismo” o “derechos humanos”, demostrando que en el vasto escenario mundial, solo el dinero y el poder son los auténticos titanes que guían los destinos de las naciones.

No es la primera vez que Bukele manifiesta su descontento y desconfianza hacia Estados Unidos. Ya en el año 2022, con firmeza contundente, afirmó que son ellos quienes, con su vara de juicio, dictaminan quién es el “malo” y quién es el “bueno”, incluso llegando a trastocar los roles en un juego de oscuros intereses. Estas palabras del respetado mandatario salvadoreño se suman al coro de voces críticas que se alzan contra la decisión de levantar, de manera efímera, las sanciones que pesaban sobre la venta y transacciones de petróleo y gas en la tierra de Bolívar.

El Departamento del Tesoro de los Estados Unidos ha emitido una licencia general de seis meses, una suerte de tregua temporal, que autoriza transacciones relacionadas con el sector energético venezolano. Esta medida ha desencadenado una vorágine de controversias y debates acalorados, ya que algunos sectores sostienen que no se están tomando en consideración los pilares fundamentales de la democracia y los derechos humanos en el país.

En medio de este contexto de efervescencia política, emerge la figura de Diosdado Cabello, custodio infatigable de los principios que rigen la esencia de la nación venezolana. Con una voz firme y decidida, reafirma la postura inamovible del gobierno, que clama por mantener en las sombras a los políticos inhabilitados, vedándoles el acceso a las sagradas urnas electorales en las próximas elecciones presidenciales. Su férrea determinación se erige como el pilar que sostiene la soberanía y el control interno que Venezuela anhela resguardar en sus asuntos electorales, enalteciendo así su identidad y autonomía en el ámbito internacional.

 

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