Arzobispo de París celebra Viernes Santo en una vacía Notre Dame
Todavía dañada y marcada por el incendio, la catedral de Notre Dame volvió a la vida el viernes _ aunque sólo por un breve instante _ como un centro de oración en un París bajo cuarentena debido al coronavirus.
Días antes del primer aniversario del infierno del 15 de abril de 2019 que devastó al amado monumento de París, el arzobispo de la capital francesa dirigió las celebraciones del Viernes Santo como nunca lo había hecho al interior de la joya varias veces centenaria de la arquitectura gótica.
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El arzobispo Michel Aupetit y tres clérigos que lo acompañaron usaron cascos al entrar a la dañada catedral que está cerrada al público y que él describió como “medio colapsada”. Luego se quitaron los cascos para la ceremonia, frente a una gran cruz y bajo el enorme hoyo en el techo de la catedral.
Venerando una corona de espinas que sobrevivió a las llamas, el obispo dijo que los 40 minutos de oración, música y lecturas bajo los ennegrecidos restos del abovedado techo de piedra muestran que “la vida ahí sigue” entre la pandemia del coronavirus que “propaga la muerte y nos paraliza”.
“Hace un año, esta catedral en la que nos encontramos se incendiaba, causando conmoción e ímpetu a nivel mundial para reconstruirla”, expresó.
Con información de Noticia Al Día