Advierten otra ola de inflación y devaluación por impresión de nuevos billetes
De acuerdo a un artículo publicado por Primer Informe, el régimen de Nicolás Maduro estaría considerando imprimir nuevos billetes a partir de 100.000 bolívares, lo que traería una nueva ola de inflación y devaluación.
Venezuela comenzó a importar papel para billetes para iniciar la impresión de billetes con denominaciones más altas. El efectivo existente es prácticamente inútil debido a la hiperinflación que se ha instalado en el país.
Cerca de 71 toneladas de papel de seguridad fueron importadas este año por Venezuela provenientes de una imprenta italiana propiedad mayoritaria de la firma de capital privado Bain Capital, reportó Bloomberg.
La necesidad de billetes de mayor denominación en Venezuela es el resultado directo de una moneda cada vez más debilitada y de una inflación que se estimó en 2.400% el último año, lo que significa que para pagar un mercado completo ahora se requiere una bolsa de efectivo.
Además del bajo poder adquisitivo, el régimen ha hecho circular los billetes de más baja calidad en la historia venezolana
El de 100.000 bolívares equivaldría al billete de mayor denominación jamás impreso en Venezuela, uno hecho hace dos años durante los días del bolívar fuerte (la última versión de la moneda se llama bolívar soberano). El banco central está considerando introducir denominaciones aún más altas en el futuro.
A principios de este año, Venezuela recurrió a una impresora de dinero estatal en Rusia para comprar 300 millones de billetes nuevos tras acumular deudas con De La Rue, uno de los mayores fabricantes de billetes bancarios del mundo.
Más de una década de mala gestión política y políticas económicas fallidas significa que la Casa de la Moneda nacional tiene que superar una serie de obstáculos adicionales para presentar el nuevo billete.
La reducción de personal debido a la pandemia, así como la escasez de tinta y los desafíos técnicos provocados por las piezas faltantes y los frecuentes apagones han retrasado los intentos de poner en funcionamiento el equipo de impresión, dijeron dos de las personas.
El reciente envío será el último de Fedrigoni, ya que cumple con un contrato firmado en 2018, un año antes de que el banco central de Venezuela fuera sancionado por Estados Unidos en un esfuerzo por separar al régimen de Nicolás Maduro del sistema financiero global, según dos de las personas. La imprenta con sede en Verona fue adquirida más adelante por Bain.
Venezuela está en su séptimo año consecutivo de recesión y se estima que se contraerá otro 20% este año debido al confinamiento por coronavirus y el colapso de los ingresos petroleros. Intentos anteriores por estabilizar la moneda eliminando ceros e imprimiendo nuevos billetes han fracasado.
Venezuela está en hiperinflación desde 2017, diezmando la capacidad de la mayoría de los venezolanos para comprar incluso los bienes más esenciales, y mucho menos ahorrar. Una familia promedio requiere más de 100 salarios mínimos oficiales para satisfacer sus necesidades básicas.
Con información de Alberto News