Unesco: 850 millones de estudiantes están sin clases
La mitad de los alumnos del mundo no puede asistir a la escuela o a la universidad por la pandemia del coronavirus, lo que supone 850 millones de estudiantes, una cifra que se dobló en cuatro días, indicó este miércoles la Unesco.
Según los últimos datos de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), 102 países mantienen totalmente cerrado su sistema educativo y otros once han impuesto cierres locales para frenar el avance del virus.
A principios de mes, la Unesco alertó que más de 290 millones de estudiantes no podían acudir a sus centros, con el cierre del sistema educativo presencial en 13 países de forma total y en otros 9 parcial.
«La escala y velocidad de los cierres de escuelas y universidades representa un desafío sin precedentes para el sector de la educación«, indicó la organización. No obstante, esta puso a disposición de los países afectados asesoramiento para ejercer la docencia a distancia.
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Igualmente, mantiene reuniones virtuales con los ministros de Educación de todo el mundo para compartir experiencias y evaluar las necesidades prioritarias.
La Unesco anunció la puesta en marcha de una Coalición Mundial junto a organizaciones multilaterales y el sector privado, con empresas como Microsoft o GSMA. Esta ayudará «a los países a desplegar sistemas de aprendizaje a distancia para reducir las perturbaciones educativas y mantener el contacto social con los alumnos».
Las dificultades en la educación
Para la directora general de la organización, Audrey Azoulay, la situación creada por el COVID-19 impone a los países «desafíos para proporcionar un aprendizaje ininterrumpido a todos los niños y jóvenes de manera equitativa».
Azoulay consideró que esta crisis puede ser «una oportunidad para ampliar el aprendizaje a distancia y hacer que los sistemas educativos sean más innovadores«.
Por su parte, la subdirectora general de Educación de la Unesco, Stefania Giannini, avisó que las dificultades se agravarán si la situación se alarga.
«Las escuelas, por muy imperfectas que sean, desempeñan una función igualadora en la sociedad. Cuando se cierran las desigualdades se agravan», aseguró.
Giannini también recordó que los alumnos desfavorecidos tienen menos oportunidades educativas fuera de la escuela o pueden quedar sin acceso a comida gratuita o subvencionada.