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Maduro militariza Venezuela y redobla la represión (+Detalles)

Venezuela bajo asedio. El plan terror del chavismo avanza con la vida de 20 jóvenes de clases populares perdidas en el camino, según el último balance de Human Rights Watch (HRW). Sin límites, ni siquiera los del más allá: al padre católico Lenin Naranjo (61 años) le detuvieron tras participar en una protesta bandera en mano y rosario al pecho.

A Tefy y Manuel se los llevaron agentes chavistas junto a la Unidad de Bomberos de San Antonio de los Altos. Habían acudido a entregar insumos médicos para ayudar a los heridos. Abraham, un barista respetado por su buena mano con el café, pasaba por allí. Le presentaron en televisión como si fuera un terrorista. Sus delitos: ser jóvenes y llevar rastas.

Varios de los 1.062 detenidos, cifra que aumenta cada hora, aparecieron el martes coaccionados en la televisión del régimen, todo un clásico de la propaganda revolucionaria, para contar al dictado policial lo que el país sabe que no ocurrió. No sólo les detenían, también les robaban sus pertenencias, incluso las motocicletas, la misma estrategia que en otros ciclos de protestas.

Todos esos jóvenes de los barrios populares y de la Venezuela profunda están convencidos de que ésta es su última oportunidad y de que si se confirma el fraude deberán emigrar, siguiendo la senda de los 9 millones que ya se han repartido por medio mundo. El todo o nada para una generación. Como en Petare, la mayor favela de América Latina, que el lunes se convirtió en un río humano en dirección al Palacio de Miraflores bajo la consigna del pueblo unido jamás será vencido. El castigo llegó en la noche del martes, cuando un despliegue policial y paramilitar entró a tiro limpio hasta la parte arriba de los cerros.

La represión alcanzó incluso a las gasolineras, donde se prohibió vender combustible a jóvenes con motociclistas. En el estado Carabobo se detuvo a varios de ellos que intentaban comprar gasolina. El gobernador de ese estado, Rafael Lacava, famoso porque se cree una reencarnación política de Drácula y Batman, aprovechó que los militares tenían sometidos a 40 jóvenes en el Fuerte Paramacay para soltarles una soflama. Horas antes había afirmado que luchaban contra el hampa.

Las fuerzas represivas no se daban a basto, también perseguían a dirigentes opositores y a los testigos de las votaciones, en lo que se cree es un plan para golpear los resultados. Se acumularon múltiples denuncias de este hostigamiento contra los héroes anónimos del 28J, pese a que ya habían hecho su trabajo: entregar las actas a los comandos de campaña para ser digitalizadas. La oposición ha subido esos resultados abrumadores, que otorgan a Edmundo González Urrutia un porcentaje de votación, 67%, mayor que el alcanzado por Chávez en sus cuatro elecciones presidenciales.

“Los vamos a joder”, respondió Diosdado Cabello, número dos de la revolución, ante la publicación de los resultados.

El “presidente pueblo”, uno de los títulos que le ha adjudicado la propaganda bolivariana, ordenó incluso que se abriera una ventana en la VEN app (aplicación gubernamental) para que los chavistas pudieran delatar a quienes protestan y mandarlos a detener. El activismo digital de los venezolanos consiguió en unas horas que las App Store de Apple y Google Play Store no permitieran descargar este artefacto represivo, pero para quienes ya lo tienen sigue vigente. También ordenó patrullaje militar y policial en todas las ciudades de Venezuela y “el pueblo movilizado en la calle”.

En un intento más de blindar los resultados de las actas, que ya son conocidos, Maduro acudió ayer al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) para interponer un recurso de amparo ante los jueces que él mismo designó.

El gobierno progresista de Costa Rica se tomó muy en serio estas amenazas y ofreció asilo al tándem opositor, rechazado desde el primer minuto. Machado aprovechó para lanzar un mensaje al mundo: “La respuesta del régimen es el asesinato, el secuestro y la persecución. Alerto sobre la escalada cruel y represiva. Esta esa la respuesta de Maduro al pueblo venezolano que salió a la calle en familia a defender su decisión soberana de ser libres”.

En el grupo de dirigentes de la cúpula opositora falta Freddy Superlano, líder de Voluntad Popular, partido del ex prisionero político Leopoldo López, detenido con violencia horas antes por agentes chavistas junto a sus dos primos, Renzo Salinas y Rafael García. Su partido ha denunciado que se le están aplicando torturas para que acuse a Machado y Edmundo.

Nada se sabe tampoco de los 25 estudiantes de policía que fueron detenidos el domingo por negarse a votar por Maduro.

“Estamos asistiendo a la reactivación acelerada de la maquinaria represiva que nunca fue desmantelada y ahora es utilizada para socavar las libertades públicas”, advirtió la misión de derechos humanos de Naciones Unidas, que además confirmó la violencia desplegada por “grupos civiles armados del gobierno”.

Se trata de los famosos colectivos, paramilitares con licencia para matar desde el comienzo de la revolución hace 25 años. Desde que comenzara la represión el domingo, actúan con la connivencia policial y militar, casi siempre con el mismo modus operandi: a bordo de motocicletas, por parejas, con armas largas y cortas y disparando a mansalva.

La Corte Penal Internacional (CPI) investiga desde hace años a Maduro y a su generalato por crímenes de lesa humanidad, que van desde las ejecuciones extrajudiciales y las torturas hasta las violaciones sexuales, detenciones arbitrarias y desapariciones forzosas.

“Las autoridades de Venezuela deben poner fin a las detenciones, represión y retórica violenta”, concluyó Josep Borrell, Alto Representante de la UE.

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