Inteligencia artificial y astrónomos descubren un contundente hallazgo en el espacio exterior
Aproximadamente 400.000 galaxias espirales y 30.000 galaxias de anillo han sido descubiertas en datos de archivo del Telescopio Subaru, gracias a la inteligencia artificial y astrónomos aficionados.
Las galaxias muestran una amplia variedad de morfologías que reflejan las historias de las galaxias individuales. Los conjuntos de datos obtenidos de instalaciones como el Telescopio Subaru contienen tantas galaxias que los astrónomos no pueden clasificarlas todas a mano.
En el proyecto de ciencia ciudadana llamado ‘Galaxy Cruise’, astrónomos profesionales pidieron a más de 10.000 astrónomos ciudadanos voluntarios que hicieran las clasificaciones. Pero incluso dividida entre miles de voluntarios, la clasificación todavía lleva tiempo, precisa un comunicado del telescopio Subaru.
La inteligencia artificial puede realizar clasificaciones rápidamente, pero primero es necesario entrenarla en un catálogo de ejemplos de clasificación preparados por humanos.
En esta investigación, un equipo dirigido por Rhythm Shimakawa, profesor asociado de la Universidad de Waseda, entrenó una IA en un conjunto de 20.000 galaxias clasificadas por humanos como parte de GALAXY CRUISE. Luego, el equipo liberó la IA en las 700.000 galaxias del conjunto de datos del Telescopio Subaru.
La IA clasificó 400.000 de ellas como galaxias espirales y 30.000 como galaxias anulares. Aunque las galaxias en anillo representan menos del 5% de todas las galaxias, esta investigación arrojó una muestra lo suficientemente grande como para realizar un análisis estadístico significativo.
La inteligencia artificial puede realizar clasificaciones rápidamente, pero primero es necesario entrenarla en un catálogo de ejemplos de clasificación preparados por humanos.
En esta investigación, un equipo dirigido por Rhythm Shimakawa, profesor asociado de la Universidad de Waseda, entrenó una IA en un conjunto de 20.000 galaxias clasificadas por humanos como parte de GALAXY CRUISE. Luego, el equipo liberó la IA en las 700.000 galaxias del conjunto de datos del Telescopio Subaru.
La IA clasificó 400.000 de ellas como galaxias espirales y 30.000 como galaxias anulares. Aunque las galaxias en anillo representan menos del 5% de todas las galaxias, esta investigación arrojó una muestra lo suficientemente grande como para realizar un análisis estadístico significativo.
El análisis estadístico mostró que, en promedio, las galaxias en anillo muestran características intermedias entre las galaxias espirales y elípticas. Esto es consistente con las últimas simulaciones de supercomputadoras.
“Aunque la clasificación de la IA tarda menos de una hora, incluso para 700.000 galaxias, este trabajo no se puede realizar sin los datos recopilados por ‘Galaxy Cruise’ durante los últimos dos años”, comentó Shimakawa.
Hallan, un descomunal supercúmulo de galaxias de 360 millones de años luz
Un equipo internacional liderado por astrónomos del Observatorio de Tartum en Estonia, ha identificado 662 supercúmulos de galaxias, destacando un ‘peso pesado’ que mide 360 millones de años luz.
Los supercúmulos, similares a vastas ciudades metropolitanas en el espacio, representan las colecciones y cúmulos de galaxias más grandes y masivos del universo.
En su estudio, publicado en The Astrophysical Journal, los científicos determinaron que la masa típica de los supercúmulos es sorprendentemente 6.000 billones de veces (un seis seguido de 15 ceros) la del Sol, con un tamaño promedio de 200 millones de años luz.
Para poner esto en perspectiva, estos supercúmulos son aproximadamente 2.000 veces más grandes que nuestra propia galaxia, la Vía Láctea.
Los astrónomos planetan como comparación una moneda de 2 euros en un campo de fútbol que representa el tamaño de la Vía Láctea y la longitud del campo simboliza la vasta extensión de un supercúmulo. En términos de masa, una pelota de golf equivalente al sol hace que la masa de un supercúmulo corresponda a la del Monte Everest, un testimonio de sus inmensas dimensiones.
El supercúmulo de Einasto, el más masivo de los descubiertos, está situado a unos 3.000 millones de años luz de la Tierra. Esta colosal estructura contiene la masa equivalente a alrededor de 26.000 billones de soles (26 seguido de 15 ceros).
Su enorme tamaño se puede apreciar por el hecho de que si un rayo de luz parte de un extremo del supercúmulo de Einasto, tardará 360 millones de años en llegar al otro extremo. El nombre del supercúmulo es un homenaje al astrónomo estonio Jaan Einasto, una figura pionera en este campo, que celebró su 95 cumpleaños el 23 de febrero.
El equipo identificó un total de 662 supercúmulos y exploró sus propiedades. Por ejemplo, los cúmulos de galaxias que residen dentro de un supercúmulo son más pesados que los cúmulos de galaxias fuera de un supercúmulo.
Esto muestra que la evolución y el crecimiento de los cúmulos de galaxias en los supercúmulos son diferentes a los que se encuentran fuera de los entornos de los supercúmulos, según un comunicado de la Universidad de Tartu.
Las observaciones muestran que nuestro universo está experimentando una expansión acelerada. Esto implica que el espacio entre galaxias está aumentando, lo que hace que se separen más con el tiempo. Los astrónomos del Observatorio de Tartu han demostrado que las galaxias dentro de supercúmulos exhiben velocidades de expansión más bajas que la velocidad de expansión general del universo.
Esto se atribuye a la atracción gravitacional del supercúmulo, que contrarresta la expansión general del universo al hacer retroceder a las galaxias. Sin embargo, esta atracción gravitacional no es lo suficientemente grande como para convertir a los supercúmulos en un sistema ligado gravitacionalmente. Con el tiempo, el efecto de la energía oscura en la expansión del supercúmulo se hará cargo de su atracción gravitacional.