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Mujeres y niños migrantes en Nueva York fueron abusados íntimamente por agentes de la Guardia Nacional

Migrantes/ imagen ref

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Algunos miembros de la Guardia Nacional y trabajadores humanitarios contratados con recursos públicos para cuidar a las personas que solicitaron asilo en Nueva York enfrentan acusaciones de explotar sexualmente a mujeres y niños migrantes, agredir violentamente al menos a un huésped en un refugio y, en general, dejar a los recién llegados en condiciones decrépitas, según una demanda federal presentada este mes.

La mayoría de los incidentes en el estado de Nueva York ocurrieron en el centro Quality Inn en Cheektowaga, cerca del Aeropuerto Internacional Buffalo Niagara, donde la controvertida empresa contratista de la ciudad de Nueva York, DocGo, instaló un Centro de Respuesta y Ayuda Humanitaria de Emergencia para solicitantes de asilo, dice la demanda, que busca casi US$ 10 millones y un juicio con jurado.

Por: CNN

En un episodio, un sargento de la Guardia Nacional llevó a una mujer migrante y a sus hijos a casi dos horas de distancia a una propiedad de alquiler donde le pidió a ella que realizara favores sexuales a cambio de ayudarla a ella y a su familia, según la demanda que se presentó en el Distrito Sur de Nueva York.

La mujer “que había viajado a través de selvas con sus hijos, evadido a traficantes sexuales en México y cruzado ríos, de repente se encontró en una propiedad rural cubierta de nieve en Estados Unidos (donde estaba totalmente aislada) con sus hijos, enfrentando la presión de una miembro de la Guardia Nacional de Nueva York por sexo”, sostiene la denuncia.

En otros casos, un gerente de DocGo estranguló a un migrante, un miembro de la Guardia Nacional manoseó a una adolescente y los insectos de sus colchones infestados mordieron repetidamente los cuerpos de los niños, afirma la demanda.

El Quality Inn, cerca del Aeropuerto Internacional Buffalo Niagara en Nueva York, visto el 7 de febrero. (Crédito: Brandon Watson/The New York Times/Redux)

A la luz de la denuncia federal, la gobernadora de Nueva York, la demócrata Kathy Hochul, “ha dado prioridad a tomar medidas para mantener seguros a todos en el estado”, dijo su portavoz Avi Small a CNN el viernes. “La Guardia Nacional de Nueva York, como parte del Ejército de Estados Unidos, tiene un proceso disciplinario independiente conforme a la ley militar que se seguirá al máximo para responsabilizar a los infractores”.

La División de Asuntos Militares y Navales del estado “toma muy en serio todas las acusaciones de conducta inapropiada relacionadas con nuestro personal y, si las acusaciones se fundamentan luego de una investigación, pueden resultar en acciones administrativas y/o disciplinarias adversas de conformidad con la regulación y la Ley Militar del estado de Nueva York”, dijo el portavoz de la agencia, Eric Durr, a CNN el viernes. “Las actividades delictivas se remiten a las autoridades para que se tomen las medidas adecuadas”, completó.

Por su parte, DocGo está “comprometido a garantizar la seguridad y el bienestar continuos de todos los que están bajo nuestro cuidado”, dijo su portavoz, Michael Padovano, a CNN en un comunicado el viernes. “Si bien no podemos revelar detalles, llevamos a cabo rigurosas investigaciones internas que se basan en evidencia sobre las acusaciones relacionadas con el personal de DocGo, y contamos con políticas estrictas para enfrentar casos de conducta inapropiada… Estamos cooperando con la oficina de la fiscal general y hemos proporcionado toda la información solicitada para su revisión”.

La Oficina de la Fiscal General de Nueva York abrió una investigación sobre DocGo el verano pasado después de que aumentara el escrutinio de la ciudad sobre el manejo de la empresa de los asuntos y las finanzas de los migrantes. Su CEO en ese momento prometió ser “totalmente cooperativo y totalmente transparente con nuestros órganos reguladores, incluida la Fiscalía General”.

En medio del aumento de migrantes el verano boreal pasado en la frontera sur de Estados Unidos, Hochul comenzó a enviar fuerzas de la Guardia Nacional a hoteles en el condado de Erie en Cheektowaga, a donde llevaron a algunos recién llegados que estaban en la ciudad de Nueva York. El despliegue militar tenía como objetivo “una presencia estabilizadora”, en respuesta a la protesta pública allí por al menos dos casos de presunta violencia sexual por parte de recién llegados al área, según la demanda y los comunicados de prensa de la oficina del fiscal de distrito del condado de Erie.

La Guardia Nacional en todo el estado ahora tiene más de 2.100 efectivos involucrados en su misión de apoyo a los migrantes, dijo Durr. Actualmente, unos 540 inmigrantes están alojados en tres hoteles del condado de Erie como parte del programa DocGo, dijo el martes a CNN Peter Anderson, portavoz del ejecutivo del condado de Erie, Mark Poloncarz.

La oficina de la fiscal general de Nueva York y la oficina de Asuntos de Inmigración del alcalde de la ciudad de Nueva York no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios de CNN.

Manoseos, masajes y favores sexuales por presuntos regalos

Dos funcionarios de alto rango en el centro de ayuda en Cheektowaga –Deven Colón, sargento de la Guardia Nacional de Nueva York, y Rigoberto Núñez, quien manejaban los asuntos del día a día allí para DocGo– entablaron relaciones inapropiadas con migrantes cuyas dinámicas se volvieron “más abiertas y descaradas alrededor de Halloween de 2023”, según la demanda federal.

Ambos fueron vistos “bailando íntimamente y besando románticamente a los invitados” durante una fiesta de Halloween organizada por el personal para los invitados, se lee en el documento.

Aunque el personal subcontratista de DocGo nombrado como demandantes en la denuncia expresó su preocupación a sus superiores por estas interacciones, “no se tomó ninguna medida y las relaciones inapropiadas se convirtieron en parte de la vida diaria aceptada”, según la demanda.

En declaraciones a The New York Times antes de que se presentara la demanda, Colón reconoció haber tenido un “coqueteo” con una mujer, pero dijo que nunca cruzó “ninguna línea física”. También negó haber enviado mensajes de texto inapropiados a su hija, otra acusación en la demanda.

Colón le dijo a The New York Times que abandonó la misión de apoyo a solicitantes de asilo de la Guardia Nacional después de que un supervisor de DocGo lo denunció a sus jefes militares. El periódico no dijo qué comportamiento fue el reportado. Colón dijo que no tenía “nada que ocultar”, pero luego dejó de responder a las preguntas de The New York Times, asegura el medio.

Mientras tanto, una trabajadora subcontratada en el centro de ayuda en Cheektowaga –cuyo contrato finalmente fue cesado– denunció “relaciones inapropiadas entre miembros de la Guardia Nacional e invitados, que incluían comunicaciones sexuales con menores”, afirma la demanda. Se le comunicó que fue despedida porque “se había involucrado demasiado emocionalmente con los invitados, a pesar de sus esfuerzos por abordar los graves problemas que aquejan a las instalaciones”, asegura.

Las interacciones con los inmigrantes “llegaron a ser tan extremas que a los guardias nacionales de Nueva York se les permitió transportar a los huéspedes desde (el centro de ayuda de) Cheektowaga al hotel cercano donde se alojaban los guardias”, señala también la demanda.

“Los invitados eran (y siguen siendo) particularmente vulnerables debido a su estatus migratorio incierto, falta de movilidad, necesidad de suministros básicos y otras necesidades”, dice la demanda. “Incluso un viaje a Walmart se consideraba un gran regalo”.

“Núñez, Colón y otros explotaron estas vulnerabilidades”, afirma la demanda.

Colón también tuvo regularmente contacto inapropiado con una solicitante de asilo identificada como una de las 10 demandantes anónimas: le llevaba tarjetas de regalo, hacía comentarios sexuales, la llevaba a su propia casa y a otros lugares para lo que él llamó “citas”, alega la demanda.

Una vez, Colón sacó a hurtadillas a la demandante anónima y sus hijos del centro de ayuda con la colaboración de otros miembros de la Guardia Nacional y los llevó a una propiedad de alquiler a dos horas de distancia con el pretexto de que “sería un momento divertido y familiar”, asegura la demanda.

Una vez allí, sin embargo, Colón exigió favores sexuales a la madre a cambio de ayudarla a ella y a su familia, establece la demanda: “Insegura de su paradero, en extrema pobreza y separada de sus amigos y familiares en Venezuela, la demandante sintió que no tenía más remedio que participar en actividades sexuales con Colón”.

Cuando todos regresaron al centro de ayuda, Colón le envió un mensaje de texto a la demandante lamentando sus acciones y le rogó que no le contara a nadie lo sucedido, afirma la demanda. Poco después, se enteró de que Colón también había sacado de la propiedad a otra huésped y a su hija.

En tanto, la misma madre “se enteró que su hija adolescente fue llevada por (otro) miembro de la Guardia Nacional a un sector privado del hotel sin cámara, donde le manoseó las piernas y le dijo que era hermosa, hasta que su hija corrió”, según la demanda.

Se sabía que ese miembro de la Guardia Nacional había hecho esto a otras mujeres jóvenes en el hotel, y muchas otras familias advirtieron a sus hijas que lo evitaran, añade.

Violencia denunciada en un refugio supuestamente seguro

La violencia dentro del centro de ayuda de Cheektowaga “era común”, de acuerdo la demanda, que destaca un incidente en noviembre en el que Núñez, el gerente de asuntos cotidianos de DocGo, “ingresó a una habitación a la fuerza con varios guardias de seguridad y Colón”, perteneciente a la Guardia Nacional.

Llegaron justo después de una discusión entre la solicitante de asilo venezolana Florangelis “Flor” María Cabreara Medina y su cónyuge Alexander José Vizcaino Marrufo, afirma. Núñez pronto “comenzó a agredir a Alexander sin ninguna provocación, incluso estrangulándolo cuando Flor le rogó a Núñez que se detuviera”.

Alexander fue expulsado del centro de ayuda después de que Núñez se comunicara con la Policía de Cheektowaga sobre el incidente durante el invierno de Buffalo, donde pasó varios días buscando refugio detrás de un contenedor de basura cerca de una gasolinera, señala la demanda.

“Viven con el mismo miedo del que intentaban escapar”, dijo a The New York Times el abogado de los demandantes, Nate McMurray, de Advocates for Justice Chartered Attorneys, quien también es candidato al Congreso en el oeste de Nueva York.

“Escuchamos mucho que los migrantes son una amenaza o un Ejército invasor, pero en realidad se trata de personas muy vulnerables, y si somos una nación de leyes y derechos, merecen nuestra protección”, dijo a The New York Times.

Presuntos viajes largos y viviendas decrépitas

En términos más generales, los solicitantes de asilo bajo el cuidado de DocGo fueron engañados por sus empleados para que viajaran ocho horas a Buffalo y otros lugares lejos de la ciudad de Nueva York después de que les dijeran que los llevarían a poca distancia de la ciudad más poblada del país, según alega la demanda.

Una vez en el centro de ayuda de Cheektowaga, cerca del aeropuerto de Buffalo, encontraron “simplemente un hotel Quality Inn en ruinas, plagado de numerosos problemas como condiciones sucias, malos olores, paneles de yeso dañados, enchufes eléctricos expuestos y servicios inadecuados”, afirma la demanda.

“Los colchones presentaban manchas profundas y estaban infestados de insectos, lo que provocó que los niños que vivían allí fueran mordidos repetidamente en el cuerpo”, lo que se ilustra mediante fotografías de los niños que los demandantes tomaron para mostrar el liderazgo de DocGo, afirma la demanda.

La Oficina estatal de Asistencia Temporal y para Discapacitados le dijo a CNN que no hace comentarios sobre litigios pendientes.

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