La caída de los envíos de petróleo de Venezuela a Cuba en octubre alcanza su peor cifra del año 2023
Durante el mes de octubre de 2023, los envíos de petróleo de la estatal venezolana PDVSA hacia Cuba han alcanzado su nivel más bajo. En medio de una profunda crisis de producción, la compañía ha experimentado una marcada disminución en sus exportaciones hacia la isla caribeña, la cual depende en gran medida de estas importaciones energéticas. Los registros revelan que apenas se han entregado escasamente 32.000 barriles diarios, una cifra que contrasta drásticamente con el récord alcanzado el pasado mes de septiembre, cuando se contabilizaron 86.000 barriles diarios.
A lo largo del presente año, los envíos petroleros hacia Cuba han sido objeto de constantes fluctuaciones. En enero, la cifra se situó en 40.000 barriles diarios, aumentando a 52.000 en febrero y alcanzando su punto más alto en marzo con 70.000 barriles diarios. Sin embargo, en abril se produjo un descenso a 45.000 barriles diarios, seguido de un repunte en mayo con 58.000 barriles diarios. El mes de junio marcó un pico notable con 75.000 barriles diarios, pero posteriormente se redujo a 53.000 en julio y se estabilizó en 56.000 barriles diarios durante agosto. Estos envíos incluyen diversas variedades de petróleo crudo, como Mesa, Merey y Leona, además de fueloil y otros combustibles necesarios para la industria cubana.
Jorge Piñón, reconocido investigador principal del prestigioso Instituto de Energía de la Universidad de Texas, ha destacado que durante los años 2021 y 2022, el promedio anual de exportaciones de petróleo de Venezuela hacia Cuba se mantuvo en un rango entre 55 y 57 millones de barriles. Hasta octubre del presente año, la cifra promedio se sitúa en 56,8 millones de barriles, lo que refleja una cierta estabilidad en medio de la agitación que enfrenta la industria petrolera venezolana.
La inestabilidad en los envíos de combustible provenientes de Venezuela ha desencadenado una grave crisis de disponibilidad de combustible en Cuba, una situación que el Gobierno cubano anunció hace aproximadamente un mes y medio. En dos ocasiones, las autoridades cubanas han atribuido la escasez a incumplimientos en las entregas por parte de los proveedores, sin especificar a cuáles se refieren, lo que ha generado incertidumbre y preocupación entre la población cubana, que se encuentra inmersa en una situación de incertidumbre respecto a su abastecimiento energético.
En un intento por transmitir una sensación de calma y tranquilidad a la ciudadanía, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, ha afirmado recientemente que la crisis ha sido superada. Basándose en una semana sin apagones por déficit de generación eléctrica y en el aumento del flujo de buques petroleros hacia los puertos cubanos, Díaz-Canel expresó optimismo. La llegada de un considerable número de cargamentos de petróleo, especialmente desde Venezuela y México, parece haber contribuido a mejorar la situación, al igual que el descenso de las temperaturas y la consecuente reducción en la demanda eléctrica. Sin embargo, la esperanza se desvaneció rápidamente, ya que apenas 72 horas después de este anuncio, la rotura de varios bloques de generación eléctrica provocó la reaparición de los apagones por déficit de generación en la vida cotidiana de los cubanos, sumiéndolos una vez más en la incertidumbre y la incomodidad.