Tecnología

Tsubame Industries de Japón crea un Transformer que se convierte en automóvil y puede ser conducido

Increíble creación japonesa: un Transformer que se transforma en automóvil y es apto para ser conducido

Archax, una asombrosa creación de la renombrada compañía japonesa Tsubame Industries, ha desatado la fascinación de los apasionados por la ciencia ficción. Este ingenio, que se alza como uno de los más impresionantes jamás concebidos, presenta una fusión extraordinaria entre un automóvil y un robot, evocando reminiscencias de los audaces experimentos llevados a cabo por los visionarios inventores de YouTube.

Con una envergadura imponente de 4,5 metros y una solidez imponente de 3,5 toneladas, Archax se erige como un prodigio capaz de metamorfosearse a voluntad. Dotado de 26 articulaciones exquisitamente diseñadas, este prodigio mecánico es gobernado tanto desde el exterior como desde su interior, alcanzando una velocidad envidiable de 10 kilómetros por hora.

Al adentrarse en el santuario interno de Archax, el piloto se sumerge en una cabina que lo aísla por completo del mundo exterior. Allí, rodeado de una sinfonía tecnológica compuesta por una pantalla táctil, tres paneles adicionales, dos pedales y dos joysticks, el piloto obtiene un control sin precedentes sobre este portento de acero y aleación de aluminio. Cabe destacar que algunas de sus partes han sido manufacturadas con precisión y minuciosidad a través de avanzadas impresoras 3D, un testimonio de la maestría tecnológica alcanzada por los artífices de Archax.

Este imponente autómata sobre ruedas, reposado sobre su cuarteto de neumáticos, posee la asombrosa facultad de transmutarse instantáneamente entre su forma robótica y su condición de vehículo automotor con solo pulsar un botón. Mientras se desenvuelve en su modo automóvil, Archax mantiene al piloto en una posición erguida y confortable. En situaciones de emergencia, su funcionamiento puede ser interrumpido de manera inmediata mediante interruptores ubicados tanto en su exterior como en su interior, permitiendo al piloto abandonar la cabina a través de una trampilla situada en la parte superior.

Tsubame Industries, cuyo lema es convertir los límites de la ciencia ficción en una realidad tangible, ha puesto a disposición del público escogido un reducido lote de cinco ejemplares de este excepcional robot/automóvil. La inversión para acceder a la magnificencia de Archax ronda los 2,5 millones de euros, justificada por la admiración que suscita tanto su impactante apariencia como el trasfondo mecánico e ingenieril que lo impregna. Sin lugar a dudas, esta creación ha cautivado a la audiencia con su singularidad y sobrecogedora belleza tecnológica.

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