Quince periodistas pierden la vida en diez días de combates en Gaza
En medio del turbulento escenario de la guerra, el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) se embarca en una ardua empresa: una investigación exhaustiva que abarca cada informe relacionado con periodistas que han perdido la vida, han sufrido heridas, han sido detenidos o han desaparecido. Incluso aquellos periodistas que resultaron heridos cuando las hostilidades se extendieron al vecino Líbano no escapan de la mirada escrutadora del CPJ. Hasta la fatídica fecha del 7 de octubre, se constata una cifra sombría: al menos quince periodistas se encuentran entre las más de 4.000 almas perdidas en ambos bandos.
En la tierra devastada de Gaza, en la trinchera periodística, valientes reporteros se enfrentan a riesgos extraordinarios mientras luchan por cubrir el conflicto que arde con ferocidad. Son testigos de ataques terrestres mortíferos perpetrados por las tropas israelíes, bombardeos aéreos implacables que dejan huellas de destrucción, comunicaciones interrumpidas y apagones generalizados que sumen a la región en una oscuridad ominosa. En ese inhóspito escenario, hasta el martes 17 de octubre, se informó que tres periodistas se encontraban desaparecidos o detenidos, sumidos en un abismo de incertidumbre que desgarra el tejido mismo de la libertad de prensa.
Aunado a estos sombríos episodios, el CPJ se adentra en la indagación de más de cien informes no confirmados que conciernen a periodistas que han padecido la muerte, la desaparición, la detención o la amenaza inminente. Además, se investigan los daños infligidos a las oficinas de medios y a los hogares de estos valientes profesionales de la comunicación. Sherif Mansour, coordinador del programa del CPJ para Medio Oriente y el Norte de África, subraya con vehemencia que los periodistas son civiles que desempeñan un papel de vital importancia en tiempos de crisis y, por tanto, no deben convertirse en blancos de las partes en conflicto. Mansour enfatiza con convicción: “Los periodistas de toda la región están sacrificándose enormemente para cubrir este desgarrador conflicto. Todas las partes involucradas deben tomar medidas contundentes para garantizar su seguridad”.
La lista publicada por el CPJ, una recopilación de nombres basada en información obtenida de fuentes en la región y en reportes de los medios, nos presenta un sombrío panorama. Aunque no se aclara si todos los periodistas estaban cubriendo el conflicto en el momento de sus trágicas muertes, el CPJ los ha incluido en su recuento mientras investiga en detalle las circunstancias de cada caso. Este documento, en constante evolución, se actualiza periódicamente para reflejar la información más reciente disponible. Constituye un recordatorio ineludible de los peligros inherentes a la noble profesión del periodismo en tiempos de adversidad y conflicto.