Aumenta la confiscación de peñeros con contrabando de gasolina
En los confines del territorio de Falcón, se ha registrado un preocupante incremento en la cantidad de embarcaciones confiscadas, las cuales han sido identificadas como medios de transporte utilizados por grupos de delincuencia organizada para perpetrar sus actividades ilícitas. Estos actos delictivos, algunos provenientes de las tierras colombianas y otros urdidos en la logística interna de Falcón, han convertido a esta región en un verdadero puente de nefarias operaciones.
Resulta inquietante constatar que esta es la segunda embarcación abandonada, en menos de tres semanas, que transportaba combustible. La primera de ellas, descubierta el miércoles 27 de septiembre en las costas de El Cocuy, municipio Miranda, portaba consigo 420 litros de Avgas, dejando un rastro de sospecha y preocupación en los corazones de las autoridades. De las siete restantes embarcaciones incautadas, cinco tenían vínculos innegables con actividades de narcotráfico. En resumen, de las nueve embarcaciones detectadas e intervenidas en total, el 55,55% tuvieron como escenario el municipio Falcón.
En las pintorescas costas de Adícora, en el municipio Falcón, se llevaba a cabo una actividad sospechosa que despertó la atención de las autoridades. Aunque los indicios apuntaban inicialmente al contrabando de gasolina, surgió la inquietante sospecha de que estas embarcaciones podrían estar siendo empleadas con fines aún más inconfesables. Tal hipótesis cobra fuerza ante el descubrimiento de un sofisticado dispositivo GPS y dos radios portátiles hallados en una de las embarcaciones intervenidas.
La División Contra Drogas de la Policía Nacional Bolivariana, encargada de combatir el flagelo del narcotráfico, informó con precisión quirúrgica que la embarcación confiscada era un peñero de elegante estampa, cuyos tonos blanco y azul contrastaban con la oscuridad de sus propósitos. Este siniestro navío se encontraba equipado con dos poderosos motores Yamaha fuera de borda, cuya velocidad alcanzaba los 300 MPH, dejando en claro la planificación y recursos invertidos por aquellos que orquestaban su operación. Además, se logró el decomiso de 400 litros de combustible, parte del cual había sido almacenado estratégicamente en 12 contenedores, algunos de ellos inexplicablemente vacíos.
El zarpe y traslado de embarcaciones desde la península de Paraguaná hacia las islas ABC, con fines delictivos, es una práctica desafortunadamente frecuente en estos días. Sin embargo, recientemente se ha dado a conocer un suceso de gran gravedad: el robo de 36 fusiles AK-103 pertenecientes a la infantería de marina de la Base Naval “Mariscal Juan Crisóstomo Falcón”. Fuentes extraoficiales atribuyen esta audaz acción a audaces asaltantes que, llegando y huyendo por la costa, se desplazaron en embarcaciones grises con llamativos reflectores azules, sumiendo en la perplejidad a las fuerzas de seguridad.
En relación a este inquietante caso, el gobierno ha optado por un silencio absoluto, sin ofrecer declaraciones ni acciones concretas que permitan avizorar un desenlace satisfactorio. La ausencia de detenciones y la incapacidad para recuperar el arsenal robado generan una creciente preocupación y dejan una serie de interrogantes sin respuesta. La comunidad espera con anhelo que se tomen las medidas necesarias para frenar estas actividades delictivas y devolver la tranquilidad a la región de Falcón.
