Detienen a venezolana que se hacía pasar por cirujana plástica en República Dominicana al intentar huir
En el imponente escenario del Aeropuerto Internacional de Punta Cana, los agentes de la Dirección General de Migración llevaron a cabo una aprehensión trascendental el pasado martes. Karla María Moya Boada, una venezolana envuelta en sombras y engaños, fue interceptada en sus intentos desesperados por escapar clandestinamente de la República Dominicana, donde había tejido un reinado ficticio en el campo de la medicina.
La captura de Moya Boada, quien se hacía pasar por cirujana plástica, tuvo su origen en una alerta migratoria que la señalaba como responsable de una serie de actos fraudulentos en su desempeño profesional. Esta audaz mujer, valiéndose de títulos falsificados, se había atrevido a perpetrar una osadía sin precedentes, poniendo en riesgo la integridad de aquellos que confiaban en su supuesta pericia.
Los incansables periodistas del programa de investigación “N Investiga” fueron los encargados de desenterrar la verdad oculta tras el velo de conocimiento médico de Moya Boada. Sin concesiones ni miramientos, revelaron el sombrío secreto que se ocultaba detrás de su fachada. Se descubrió que esta impostora había osado ejercer la cirugía sin el respaldo legítimo de los títulos requeridos, convirtiéndose en una intrusa peligrosa en el sagrado territorio de la salud estética.
La intervención del Ministerio de Salud Pública se hizo imperativa ante tal flagrante violación de las normativas. El consultorio Ki Centro Médico Integral del Caribe, bajo el mandato de Moya Boada, se convirtió en el epicentro de sus maquinaciones médicas. Allí, desafiando abiertamente las regulaciones vigentes, ofrecía servicios estéticos sin licencia ni supervisión, sembrando la semilla de la incertidumbre en aquellos que buscaban sanar a través de su supuesto arte.
Sin embargo, esta impostora no se amedrentó ante las advertencias de las autoridades. Como un ave fénix que resurge de sus cenizas, emerge dos meses después en un nuevo refugio de engaños. Las minuciosas investigaciones llevadas a cabo por “N Investiga” revelaron pruebas irrefutables de que Moya Boada, la misma venezolana de origen, había encontrado un nuevo refugio en el Centro de Medicina Reproductiva Integral y de Atención a la Femenina (CEMERAF), donde continuaba con su siniestro cometido: realizar cirugías estéticas.
La aprehensión de esta enigmática protagonista en Punta Cana fue solo el preludio de una serie de eventos legales que se avecinan. Tras su traslado desde aquel pintoresco enclave, la implicada fue encausada en la sede de la prestigiosa Dirección de Migración. Posteriormente, las autoridades correspondientes la remitieron a la Dirección General de Investigaciones Criminales de la Policía (Dicrim), donde se llevarán a cabo los procedimientos necesarios para esclarecer su conducta delictiva.
La historia de Karla María Moya Boada, una narrativa retorcida de engaños y desafíos al orden establecido, ha sido revelada en toda su magnitud. ¿Qué deparará el futuro para esta impostora de las artes médicas? Solo el inexorable curso del tiempo y la justicia podrán desvelar el desenlace de esta trama intrigante.