Maduro afirma que funcionarios advirtieron a los pranes fugados de la intervención en Tocorón: enfrentarán proceso judicial
En el marco de su programa semanal “Con Maduro”, transmitido el pasado lunes 25 de septiembre, el presidente Nicolás Maduro reveló una preocupante situación acontecida en la cárcel de Tocorón. Según sus declaraciones, la evasión de un grupo de pranes ha sacudido los cimientos de dicha prisión, y se atribuye esta audaz fuga a la complicidad y corrupción de un sector de funcionarios penitenciarios.
El líder del oficialismo hizo hincapié en que estos delincuentes fugados no quedarán impunes, pues actualmente se encuentran bajo custodia y serán sometidos a un riguroso proceso judicial que culminará con un castigo ejemplar por sus acciones transgresoras. Es imperante, según Maduro, que se haga justicia y se envíe un mensaje claro de que la impunidad no tendrá cabida en el sistema penitenciario.
Según los informes proporcionados por el presidente, la evasión de Tocorón fue una respuesta directa a las alertas emitidas por algunos funcionarios policiales sobre una supuesta operación de liberación denominada “Gran Cacique Guaicaipuro”. Esta maniobra, al parecer, habría desestabilizado el recinto carcelario, abriendo la puerta para la fuga de los prisioneros involucrados.
El proceso de escape, según el relato del mandatario, se llevó a cabo en un lapso de dos horas intensas. Sin embargo, antes de esta etapa, se había completado una fase previa en la que se permitió la salida de aproximadamente 200 mujeres que residían de manera irregular junto a sus hijos en las instalaciones de Tocorón. Estas mujeres, en su mayoría víctimas de circunstancias adversas, habían encontrado en ese sombrío lugar un refugio temporal y precario.
Cuando las fuerzas militares y policiales llegaron al lugar de los hechos, se encontraron con un grupo de presidiarios que, sorprendentemente, se entregaron voluntariamente a las autoridades. Más allá de buscar su propia libertad, estos reclusos manifestaron una genuina preocupación por la seguridad y el bienestar de las numerosas familias que aún permanecían en el interior del penal. Con palabras cargadas de advertencia, instaron a las autoridades a ejercer precaución y brindar protección a esos seres vulnerables.
Según las afirmaciones de Maduro, se había establecido un minucioso plan para salvaguardar los derechos de dichas familias, y, en efecto, estas fueron protegidas de inmediato por las fuerzas de seguridad. Este episodio, sin lugar a dudas, pone de manifiesto la complejidad y los desafíos inherentes a la administración de una institución penitenciaria, donde la corrupción y la connivencia interna pueden poner en peligro no solo la seguridad de los reclusos, sino también la de aquellos que, por circunstancias ajenas, se encuentran atrapados en ese sórdido entorno.
La lamentable fuga de pranes en Tocorón ha generado una profunda inquietud en la sociedad venezolana, que clama por respuestas y acciones contundentes para garantizar la seguridad y el cumplimiento de la ley en el sistema penitenciario del país. El presidente Maduro ha prometido justicia y severidad en el castigo a los delincuentes evadidos, y ahora recae en manos de las autoridades competentes esclarecer los pormenores de este suceso y tomar las medidas necesarias para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro, asegurando así la tranquilidad y el resguardo de la ciudadanía.
