Víctima de secuestro y abuso sexual logra escapar tras romper la celda
Un hombre que se hacía pasar por un oficial encubierto de la policía secuestró a una mujer en Seattle y la condujo cientos de millas hasta su casa en Oregon, donde la sometió a agresión sexual y la encerró en una celda construida con bloques de hormigón. Sin embargo, la valentía y la determinación de la víctima le permitieron escapar después de romper la puerta de la celda con sus propias manos ensangrentadas. Fue encontrada por un conductor que pasaba y alertó a las autoridades.
El FBI informó que el captor, identificado como Negasi Zuberi de 29 años, fue detenido al día siguiente en Nevada y enfrenta una acusación formal por secuestro interestatal y transporte de una persona a través de líneas estatales con la intención de cometer una actividad criminal sexual. De ser declarado culpable, podría enfrentar cadena perpetua.
Las autoridades están investigando si Zuberi ha perpetrado otros violentos asaltos sexuales en diferentes estados, ya que ha usado varios nombres y ha vivido en varios estados desde 2016, incluyendo California, Washington, Oregon, Colorado, Utah, Florida, Nueva York, Nueva Jersey, Alabama y Nevada.
El secuestro ocurrió después de que Zuberi viajara desde su casa en Klamath Falls, Oregon, a Seattle, donde solicitó los servicios de una prostituta y se hizo pasar por un oficial de policía encubierto. Zuberi mostró una placa a la mujer, la apuntó con una pistola eléctrica, la esposó y encadenó antes de ponerla en la parte trasera de su vehículo. En el camino de regreso a su casa, agredió sexualmente a la mujer y la encerró en una celda improvisada en su garaje.
La víctima, con una fuerza y determinación impresionantes, logró escapar de la celda después de golpear la puerta de metal con sus propias manos hasta que quedaron ensangrentadas, rompiendo algunas de las uniones soldadas y creando una pequeña abertura por la que pudo escapar. La mujer vio el vehículo de Zuberi estacionado en el garaje, lo abrió, tomó su arma y se fue, dejando sangre en una cerca de madera por la que trepó para escapar. La policía detuvo a Zuberi al día siguiente en Nevada, después de que se negara a salir del auto cuando los oficiales se lo pidieron, se cortara con un objeto afilado e intentara destruir su teléfono, pero finalmente se rindió.
Las autoridades están investigando si hay más víctimas y no han revelado si la esposa o los vecinos de Zuberi estaban al tanto del secuestro de la mujer en Seattle. La policía ha elogiado la valentía y rapidez de pensamiento de la víctima, que podría haber salvado a otras mujeres de sufrir una pesadilla similar. La comunidad espera que se haga justicia y que Zuberi no vuelva a causar daño a nadie más.