A partir del 1 de agosto, se implementa el permiso sanitario para el transporte de frutas y verduras
A partir del próximo martes 1 de agosto, Venezuela se sumergirá en un nuevo capítulo de regulación y control en el ámbito de la movilización de productos vegetales. Con el fin de preservar la integridad y calidad de las verduras, frutas y otros productos de origen vegetal que circulan por todo el territorio nacional, se ha establecido una medida trascendental. A partir de ahora, se requerirá de manera imperante la obtención de un permiso exclusivo otorgado a través del Sistema de Información, Gestión y Estadística de la Salud Agrícola Integral (Sigesai) para llevar a cabo cualquier traslado de dichos productos.
El Instituto Nacional de Salud Agrícola Integral (Insai) asumirá la responsabilidad de gestionar este innovador permiso, que ha sido bautizado como “guía de movilización”. Cada vez que se pretenda transportar productos vegetales, será un requisito indispensable obtener esta guía, la cual se expedirá de forma individual para cada traslado.
Sin embargo, la implementación de esta medida ha generado inquietud y desasosiego entre los agricultores y productores del país. Alzando sus voces de protesta, han aprovechado las redes sociales para expresar su descontento frente a esta nueva regulación. Informes provenientes de Minuta Agropecuaria, un reconocido portal especializado en la materia, revelan que los productores consideran que esta medida implica una carga adicional que se suma a las múltiples dificultades que ya enfrentan en su labor diaria.
Aquellos que se dedican a la producción agrícola a pequeña y mediana escala serán los más afectados por esta nueva disposición. A menudo, se ven en la necesidad de trasladar sus productos desde regiones como Mérida, Táchira y Trujillo hasta la bulliciosa Caracas, donde encuentran refugio en los mercados populares para comercializar sus valiosas cosechas.
La implementación de esta guía de movilización tiene como principal objetivo garantizar las condiciones óptimas de salubridad y sanidad de los productos agrícolas que circulan en el país. Se busca combatir el comercio clandestino de cosechas y corregir la situación de incertidumbre que prevalece en los mercados populares, donde no siempre se certifica adecuadamente el estado de los vegetales comercializados ni las condiciones en las que son transportados.
No obstante, los productores que operan de manera formal perciben esta nueva exigencia como una potencial carga adicional, que podría abrir la puerta a prácticas informales y corruptas. Temen que el permiso requerido pueda convertirse en objeto de sobornos y extorsiones en las rutas de transporte.
De acuerdo con datos proporcionados por los gremios del sector agropecuario, los costos derivados de estos sobornos, conocidos como “mordidas”, que los transportistas deben afrontar en las carreteras, pueden llegar a representar hasta un preocupante 30% del valor total de la carga que se pretende movilizar.
La implementación de este novedoso sistema de permisos y regulaciones, sin lugar a dudas, marcará un punto de inflexión en la industria agrícola venezolana. Mientras la comunidad agrícola se enfrenta a los desafíos y repercusiones de esta medida, solo el tiempo revelará si logrará cumplir su objetivo primordial de garantizar la calidad y seguridad de los productos vegetales que llegan a los hogares del país.