La “Casa museo Pablo Escobar” en Medellín es demolida: ¿Qué secretos ocultaba en su interior?
Ayer, la alcaldía de Medellín, junto con 50 funcionarios, incluyendo a la policía Metropolitana, se encargó de verificar el proceso de demolición de la conocida “Casa Museo Pablo Escobar”, situada en la Avenida Las Palmas de la ciudad. La construcción había sido sancionada por las autoridades urbanísticas por presuntas irregularidades en la edificación.
La administración local busca eliminar el “narcoturismo” en la capital antioqueña y poner fin a los tours que hacen referencia al famoso narcotraficante.
Según la alcaldía, cuando los funcionarios llegaron para verificar el cumplimiento de la orden de demolición impuesta por la Inspección de Policía 9B, el propietario ya había demolido la edificación de dos plantas. El dueño había tratado de impedir la demolición de la construcción mediante litigios, la cual era muy visitada por turistas extranjeros aficionados a los “narcotours”.
Según el medio Infobae, la demolición fue llevada a cabo por el propietario del inmueble, Roberto Escobar Gaviria, alias el Osito, hermano del capo del cartel de Medellín, quien derribó la edificación por su cuenta dejando solo ruinas.
Debido al funcionamiento ilegal de esta casa, el hermano de Pablo Escobar había sido multado con 38 millones de pesos, mientras que la casa museo había sido sellada en septiembre de 2018. Ofrecía un recorrido por 30 dólares al inmueble y también incluía la visita al edificio Mónaco y a Jardines Montesacro, cementerio donde Escobar está enterrado, en el municipio de Itagüí.
La Casa Museo Pablo Escobar, ubicada en el exclusivo sector de Las Palmas, contenía diversos objetos relacionados con el capo. “Conoce la historia de Pablo Escobar, desde su más íntimo y estrecho vínculo, su familia. Bienvenido, este es un plan diseñado especialmente para que vivas una experiencia, con información veraz y de primera fuente”, era uno de los mensajes con los que El Osito promocionaba el lugar, al que solo podían ingresar extranjeros.
Los visitantes recibían una manilla que les permitía el ingreso a las instalaciones donde se encontraban partes de vehículos del mafioso que habían sido baleados, así como la icónica fotografía que le tomaron a Pablo Escobar durante su estancia en La Catedral. Incluso podían retratarse usando una boina que había sido propiedad del capo.
Además, en el predio había una pared con diferentes postales del ultimado narcotraficante, quien murió el 2 de diciembre de 1993 en el operativo del Bloque de Búsqueda. El lugar también albergaba imágenes de la niñez, juventud y consolidación del capo como líder de la mafia colombiana, así como otros objetos personales, como el primer carro de competencias de velocidad, una de sus aficiones. También se hallaba la moto Lambretta que usaba junto a su primo y socio, Gustavo Gaviria, además de una wetbike que fue utilizada en uno de los rodajes de la saga de James Bond.
Roberto Escobar había contratado a un imitador de su hermano, quien lucía prendas del narco y departía con los visitantes al final del recorrido. Además, se podían adquirir recuerdos de este lugar y de la historia del delincuente.