Cuba espera que Biden revierta las sanciones impuestas por Trump
Cuba espera que el nuevo presidente estadounidense, Joe Biden, revierta rápidamente las sanciones impuestas por Donald Trump y reanude una política de distensión.
Trump impuso más de 200 sanciones para reforzar el embargo comercial de casi seis décadas a Cuba, incluyendo los viajes desde Estados Unidos, para dejar atrás el acercamiento histórico entre los viejos enemigos de la Guerra Fría emprendido por el expresidente Barack Obama.
Si bien estas medidas lo ayudaron a ganar el Estado de Florida con su gran población cubano-estadounidense en las elecciones de noviembre, empeoraron la difícil situación de los cubanos, al hundir aún más en una crisis la economía y profundizar la división entre las familias de ambas naciones.
Biden, vicepresidente durante el gobierno de Obama, dijo durante su campaña que revertiría las políticas de Trump sobre Cuba que “han infligido daño al pueblo cubano y no han hecho nada para promover la democracia y los derechos humanos”, incluidos los recortes a las remesas y los viajes.
Sin embargo, analistas se preguntan qué tan rápido y lejos pueden avanzar ambos países dadas las limitaciones políticas.
Carlos Fernández de Cossío, principal diplomático de Cuba a cargo de las relaciones con Estados Unidos, dijo que las promesas de Biden sugerían que quería reiniciar los nexos donde los dejaron él y Obama.
“Lo que no hay duda es que se puede revertir todo en el corto plazo si esa fuera la voluntad del Gobierno”, dijo al reiterar la posición de Cuba de que no haría concesiones políticas a cambio de una flexibilización de las sanciones, aunque La Habana está abierta a un diálogo en beneficio mutuo.
Fernández de Cossío se mostró optimista de que el equipo de Biden incluyera a varias personas que habían interactuado con Cuba antes y no se dejaran influir por otras voces.
“Este equipo (de Biden) tiene más experiencia que ninguno anterior en los últimos 60 años”, señaló.
Esperanza de visados
Una de las mayores esperanzas de los cubanos es que Estados Unidos reabra su consulado en La Habana para retomar el ritmo en el procesamiento de las visas. El consulado ha estado cerrado tras una serie de incidentes de salud inexplicables aún entre los diplomáticos estadounidenses en la isla.
Ángel Garbey, de 28 años, no pudo asistir al nacimiento de su hijo hace cinco meses en Estados Unidos debido a que espera una cita para su entrevista y recoger su visa, dos años después de haberla solicitado.
Incluso si le programan una cita tendrá dificultades para asistir a su entrevista pues las visas estadounidenses para los cubanos se están distribuyendo en Guyana, a donde actualmente no hay vuelos desde La Habana debido a la pandemia.
“No he podido conocer todavía a mi hijo”, dijo Garbey. “Esto es duro”, añadió.
En el sector del turismo, los cubanos también esperan que Biden amplíe los viajes de Estados Unidos a la isla, que floreció durante la distensión de la era de Obama y fomentó un incipiente sector privado con rentas en pensiones y restaurantes.
Más remotamente, existe la posibilidad de que Biden, que tiene el control del Congreso, levante el embargo a Cuba, dijo a Reuters el exdiplomático cubano Carlos Alzugaray.
Pero varios son los factores que complican cualquier acercamiento: la falta de una resolución sobre los incidentes de salud a diplomáticos, el apoyo de Cuba a su aliado Venezuela; una reciente ofensiva contra opositores en la isla y el temor de que pueda resultar en contra de la candidatura de los demócratas a un segundo mandato sucesivo.
“Existe un peligro (…). La administración Biden volverá a caer en el viejo hábito de un enfoque poco sistemático de quit pro quo en el cual Estados Unidos solo toma medidas limitadas y exige concesiones cubanas sobre su política interna”, dijo William LeoGrande, un profesor de gobierno en la American University. “Esta es una fórmula para la parálisis”, agregó.
Con información de Maduradas.