“Prefería amoríos cortos”, revelan detalles sobre la vida amorosa de Simón Bolívar
Según el libro de Eduardo Lozano “Bolívar, mujeriego empedernido”, publicado por Intermedio Editores, el Libertador -a quien se le conocieron unas 35 mujeres durante sus 47 años de vida, que se cree pudieran ser muchas más-, prefería los amoríos cortos.
No era un hombre muy apuesto, no cumplía los estereotipos de la época como un cuerpo fornido o los cabellos rubios, era un hombre delgado, de 1,67 cm de estatura, pero gozaba de una mirada intensa y penetrante y una llamativa forma de expresarse, lo que posiblemente le atrajo tantas amantes.
Lozano se dio a la tarea de recopilar los datos sobre las mujeres que pasaron por la vida del Libertador, tema que otros autores no ahondaron, y entre las biografías, documentos y artículos periodísticos hizo varios descubrimientos, entre los cuales destaca que Bolívar tuvo 35 mujeres de las que hay registros. Incluso señala que hay evidencias de que tuvo hijos, pero no profundiza en el tema.
Cuando Bolívar era apenas un adolescente se fue a Europa, siendo muy rico por haber heredado una fortuna de su padre, y ya para ese momento se conocían algunas conquistas suyas.
No pasaba mucho tiempo sin una mujer a su lado, tampoco le gustaban las relaciones prolongadas, prefería los amoríos cortos.
Aunque era muy mujeriego solo tuvo una esposa, María Teresa Toro, sobre quien Lozano detalla que Bolívar quiso de una manera «muy pura, muy romántica». Ellos se casaron en Madrid, España, y regresaron a Venezuela para vivir en la finca de San Mateo, pero ocho meses después ella falleció dejando a Bolívar desconsolado por lo que prometió que nunca volvería a casarse.
Con Manuelita Saénz comenzó su historia en 1822, tras conocerla en Quito, Ecuador, y desde entonces tuvieron una relación apasionada, pero no quiso convertirla en su esposa, ella fue su concubina y estando con ella se suo de otras amantes. Según el autor Saénz lo sabía y tenían problemas por ese motivo.
La relación con Manuelita Sáenz duro ocho años, pero no tuvieron hijos, posiblemente porque ella era estéril.
«Parece que Manuelita era estéril. No encontré un testimonio médico que lo compruebe, pero un historiador colombiano que ya murió sostiene que ella tenía ciertas deformaciones en sus órganos reproductivos que le impedían tener hijos», explicó Lozano.
A pesar de sus encantos, Bolívar no pudo conquistar a todas las mujeres que quiso, algunas lo rechazaron, como Marina, una bailarina que conoció en Milán, también una de las hermanas Ibáñez, Bernardina, quien no quiso tener una relación amorosa con él luego de que regresara de la Batalla de Boyacá: «Hay cartas en las que él le insiste, pero ella no quiso nunca tener una relación con él».
Además de su mirada intensa, Bolívar era muy culto, sabía cómo halagar y ganar mujeres; y siempre estaba bien vestido y perfumado: «se sabe que Bolívar gastaba mucho dinero en agua de colonia».
Pero el autor también reconoce otro detalle que le permitió conquistar mujeres a Bolívar: «Tenía algo a su favor, el poder. Dicen que el poder seduce».
Aunque tuvo muchas mujeres no se le conocen hijos a Bolívar, pero en una oportunidad él le dijo a Luis Perú de Lacroix, en Bucaramanga, que no era estéril y que tenía pruebas de ello, aunque nunca dijo cuál era su hijo.
También en Lima, manifesto que tenía un hijo, e incluso se sabe de una partida de bautismo de un hijo que supuestamente tuvo con una mujer en Bolivia.
Del mismo modo existen sospechas de que tuvo otros hijos. «Sin embargo, esa es harina de otro costal, y los remito a un libro que se llama ‘Los hijos secretos de Bolívar’, de Antonio Prada», señaló Lozano.
Con información de Maduradas