El testimonio impactante de una madre venezolana que experimenta de cerca la guerra entre Israel y Hamás
El impacto que ha tenido para una madre venezolana y su familia vivir cerca de los acontecimientos sin la protección de su país natal, debido a la falta de relaciones diplomáticas entre Venezuela e Israel desde 2009, ha sido revelado por el medio El Pitazo. A medida que el conflicto entre Israel y el grupo Hamás se prolonga por 11 días, el número de víctimas mortales asciende a 2.500, generando numerosas historias trágicas que inundan los medios de comunicación y las redes sociales.
La mujer venezolana, quien ha preferido mantenerse en el anonimato, compartió su experiencia de convivir con otros compatriotas en Israel y cómo la comunidad se brinda apoyo mutuo. Sin embargo, todos ellos sienten la necesidad imperante de contar con una representación diplomática en momentos como estos.
“Lo que más nos afecta es la sensación de orfandad diplomática. No tenemos una entidad que nos respalde en situaciones de conflicto como esta. La Embajada de Venezuela en Jordania es la que se encarga de los asuntos de los venezolanos en Israel, pero no hemos recibido comunicados ni apoyo directo”, expresó la mujer.
Además, lamentó que su hijo, quien ya había servido durante tres años en las Fuerzas de Defensa de Israel, haya sido llamado nuevamente debido al actual conflicto en el país.
“Esta situación nos afecta directamente a todos. Siempre está presente el deseo de regresar a Venezuela. Por ahora, no tenemos planes de emigrar nuevamente, especialmente porque mi hijo está en el ejército y sentimos que debemos mantenernos fuertes por él”, comentó.
Aunque la madre tiene antecedentes judíos en su familia, nunca había considerado mudarse a Israel. Sin embargo, al ver que su hermano y su hijo se adaptaron bien en el país, decidió tomar la misma decisión. Ella y su familia se acogieron a la Ley del Retorno israelí, que otorga a los judíos y sus descendientes directos el derecho a obtener un estatus regular en el país.
“Ya había experimentado situaciones con las alarmas, pero esta vez fue completamente diferente”, confesó. Explicó que, como resultado de los constantes ataques, la familia se trasladó de Ashkelon a Jerusalén en busca de mayor seguridad. Trabajan desde casa, permanecen alertas ante las alarmas y solo disponen de 10 segundos para refugiarse cuando reciben una alerta.
